jueves, 15 de diciembre de 2011

NAVIDAD 2011


 


Se acerca la navidad. Alegre para unos, melancólica o triste para otros. Realmente es una fecha especial para todo el mundo. Después del nacimiento de Jesús empezó la cuenta de nuestros siglos actuales. Pero no solamente la recordamos por ese particular evento. El nacimiento de Jesús trajo consigo esperanzas inimaginables. Fue efectivamente una Luz que brilló en las tinieblas.
“Y las tinieblas no la recibieron”.  Así que para que la luz brille debe haber tinieblas o sea, obscuridad. ¿Quién puede ver si hay obscuridad? Sólo que tengamos puestos los lentes especiales para ello. Pero hablamos de la luz interior, la que nos hace ver y distinguir la verdad de la mentira, el odio del amor, la generosidad de la avaricia y así, todo lo bueno de lo malo. Esta luz que nos indica cuál camino elegir es la que recibimos gratuitamente del Jesús nacido en Belén. Abrir nuestro corazón y nuestra mente para recibir la sencillez y los dones del Dios hecho hombre en el seno de María. Solo así podemos ver el camino real. Agradecer el don de la vida. A veces no es fácil reconocer que todo nos fue dado de manera gratuita. Nos quejamos de no tenerlo todo, de tanta violencia, de tanta traición, de muchas promesas y pocas obras reales. Quisiéramos ser ricos, poderosos y mandar en el mundo entero. Tener belleza, felicidad,  fama, salud perfecta y una familia ideal.  ¿Se puede pedir algo más?
Como dijo el presidente Kennedy: “No preguntes lo que el país ha hecho por ti, pregunta qué has hecho tú por tu país”. Nos quejamos constantemente, pero ¿qué hemos hecho nosotros por los demás?  Es cierto que tenemos muchas carencias, pero comparándonos con los demás ¿no estamos mejor que ellos? Es cierto que tenemos muchos problemas económicos o de salud pero, comparándonos con los enfermos y paupérrimos ¿no estamos mejor que ellos?  No es solamente qué es lo que nosotros necesitamos sino en qué y cómo podemos servir a los demás. Dejar el egoísmo y la soberbia y que esta Navidad sea el inicio de una eterna navidad en nuestros corazones y  el  propósito firme de  ser mejores cada vez. Dejar que el amor que bajó del cielo en la persona de Jesús, penetre en nuestras almas. Solo así tendremos lo que necesitamos.
Una cosa debe llenar nuestro corazón: el amor. Lo demás vendrá por añadidura. Esa debe ser nuestra riqueza: nuestro amor al servicio de los demás. Y así podremos decir con justicia y con honor:  ¡Felíz Navidad!

viernes, 9 de diciembre de 2011

La coherencia

La coherencia es según la segunda acepción del diccionario, la relación lógica entre la forma de pensar de una persona y su forma de actuar. Es como cuando decimos: “ No hace lo que dice” o “Da el consejo y se queda sin él”.
Y es que a veces estamos con personas, amigos o conocidos nuestros, que externan sus opiniones con absoluta libertad, opiniones muy negativas según nuestro ver, acerca de cualquier tema delicado –moralmente hablando- y nos sentimos molestos. Molestos con ellos y con nosotros mismos, porque no podemos contradecirlos o no sabemos cómo detenerlos. Así que, no hacemos nada. Realmente es difícil, sobre todo cuando estás con familiares o amigos, no estar de acuerdo con sus pensamientos y no poderlos contradecir. Saber que están mintiendo, porque no es cierto que hacen lo que dicen o los consejos que están dando.  Hombres o mujeres de los cuales se conocen sus aventuras extramaritales y recomiendan fidelidad.  Personas que tienen sus negocios nada transparentes o que "lavan" el dinero de amistades o familiares. Luego salen a la calle y hasta parecen gente respetable, confiable, gente honrada, sincera y fiel.     
           

                                                                                                                
Y aunque alguna vez nos hemos identificado con ellos en su actuar, no estamos muy de acuerdo con su decir.  No somos sinceros tampoco. Sucede que si nos gusta tomar una copa de vez en cuando y ellos son ebrios consuetudinarios o casi todos los días toman ¿cómo les decimos que no se extralimiten en sus francachelas? Pensarán: "Mira quién habla" Si somos prudentes, debemos empezar con nosotros mismos. Acordémonos que un carácter débil no inspira respeto ni cariño. Tampoco los mentirosos inspiran ese afecto.  La verdad es que debemos ser íntegros por fuera y por dentro. Hay gente muy devota que asiste a la iglesia con regularidad y luego los encontramos super enojados cuando alguien los rebasa con su carro. Y van maldiciendo a todo mundo. Se les olvidó que acaban de salir de la iglesia. Y es que en este mundo hay muchos lobos disfrazados de ovejas.  ¿Somos así? Somos bastante incoherentes en ese sentido y muchas veces nos justificamos a nosotros mismos. Necesitamos corregirnos si sabemos en qué fallamos y elegir nuestras amistades. La comprensión y aceptación se da muy bien entre amigos que actúan de la misma manera como piensan.  Así cosecharemos el respeto y la confianza de los que nos rodean. No seamos “farol de la calle y obscuridad de la casa”. ¿Cuesta? ¡Sí! ¡Bastante! Es vivir acorde con lo que pensamos, es testimoniar con nuestra vida, día a día, nuestra manera de pensar. Es muy fácil dar el consejo, lo difícil es seguirlo. No debemos tener miedo de perder amistades, después de todo, no eran tan buenas. Ni tengamos miedo de vivir como pensamos que así debe ser.Vivir y proyectar nuestra integridad de hombre o mujer. Ser coherente, ser congruente y actuar conforme pensamos.

lunes, 5 de diciembre de 2011

¡Hazlo bien!


                                                         

Hay una frase de  una artista muy conocida, que dice: ¿Por qué he de hacer las cosas mal cuando puedo hacerlas bien? Y ¿Por qué he de hacerlas bien cuando puedo hacerlas  mejor? Y ¿Por qué he de hacerlas mejor cuando puedo hacerlas grandiosas? Y es por eso que ella ha triunfado en la vida, porque todo lo que ha hecho ha sido pensando siempre en hacer las cosas lo más perfectas posibles.
¡Qué bueno que haya gente así! Que no se contenten solamente con cumplir con su trabajo sino que cada cosa que hagan, la hagan bien, lo mejor posible. Si cocinan un pastel como si diseñan un edificio, hacerlo pensando que se tiene una capacidad que no es cualquier cosa: Ser lo máximo en su estilo. Si se lava, si se plancha, si se arregla un carro o se lava, si se hace un documento, si se litiga,  si se estudia el universo, todo lo que nos toque hacer o desempeñar, hacerlo bien o mejor, hacerlo grandioso.
Dicen que los humanos ocupamos solo una tercera parte de nuestro cerebro y seguramente así es. Nos falta mucho todavía por desarrollar. Si todos nos concientizáramos de lo útil que podemos ser, de la inteligencia y capacidad que poseemos, nuestro entorno cambiaría, para bien. ¿Por qué no desarrollar nuestras habilidades? Por ejemplo, para aprender a tocar el piano, ¿se necesita tener vocación o se necesita tener genes musicales? No. No se necesita. Escuché a un  maestro de música decir que lo único que se necesita es QUERER. Y así es. Tenemos  habilidades insospechadas y desconocidas que debemos descubrir.  ¿Quién se imagina aprender a tocar el piano? ¿Por qué no nos preguntamos a nosotros mismo cuántas habilidades  tenemos por desarrollar? Y cuando lo descubramos, no  olvidemos desarrollar al máximo esas capacidades. Sin miedo exploremos y pongamos a trabajar esas zonas del cerebro que están esperando nuestra iniciativa. Aprovechemos este tiempo y  este espacio que nos ha sido brindado. Dejemos nuestra huella personal en la historia presente. El futuro es hoy.

lunes, 28 de noviembre de 2011

LA AMARGURA

¿No les ha tocado ver o convivir con una persona de muy mal genio o carácter?  Creo que a casi todos nos ha tocado en algún momento de nuestra vida tratar con este tipo de personas. Hombres o mujeres  la mayoría,  que les esbozas una sonrisa y lo dejan frío con su gesto adusto y hasta molesto como diciendo……¿y a éste que le pasa?
Cuánto muerto en vida nos encontramos, como cadáveres ambulantes “viviendo” entre nosotros, fríos como una tumba y enojados con el mundo a más no poder.
 Este tema es a favor de la gente amargosa. Se comparan muchas veces con aparatos electrónicos que se descompusieron desde que los hicieron y así crecieron, medio bien. O quizá recibieron alguna descarga eléctrica, de esas que casi ni existen en nuestra ciudad, un apagón y al regresar el voltaje, les dañó algún fusible. Pero, ¿qué culpa tienen los demás? Si les tocó vivir algún episodio muy doloroso en su vida; si les mataron a algún pariente, si tienen un enfermo en casa, se enojan con el mundo entero. Gente que pierde sus amistades más cercanas por el rechazo evidente de su amargura. Cuánto bien les haríamos si se dejan ayudar, si no, lo más razonable es alejarse.
 Estas personas sin duda alguna  están dañadas o enfermos intencionalmente o sin intención. Quizá no han tenido un médico del corazón –espiritualmente hablando- que les recete el medicamento correcto que les alivie el alma. Cada quien es dueño de su persona. No debemos permitir que nadie, en lo absoluto, nos haga daño, nos ofenda, nos manipule, nos humille o nos golpee física o emocionalmente. Y tampoco debemos poner toda nuestra voluntad al servicio de una persona que no nos ame. Recapacitar en esto nos ayudará a liberarnos del rencor y la tristeza. Que nuestra felicidad o tranquilidad no dependa de “si el otro nos quiere” o “si el otro nos desprecia”. No podemos comportarnos con todos como si tuvieran la culpa. Recapacitar. Mírarse en un espejo y tratar de sonreir; luego enfrentarse al mundo con esa sonrisa. Su entorno cambiará y también su estado de ánimo. Reflexionemos y apoyemos en lo que podamos. Dejemos esa amargura.





sábado, 19 de noviembre de 2011

Creer o no creer

 Acerca de la teoría del Bing Bang que significa “la gran explosión”  impresiona la gran cantidad de información que hay al respecto. Se dicen mucho  cosas de la Física y de la Química, refiriéndose a todos los elementos que los Cosmólogos tienen en cuenta para describir cada uno su teoría acerca del momento en que el Universo hizo su aparición. Han existido desde el principio de los tiempos muchos estudiosos que hablan al respecto: George Lemaitre, Edwin Hubble, George Gamow, Friedman, Walker y el más reciente Stephen Hawking, un hombre discapacitado pero un gran filósofo y sabio.
Este último dice que la religión y la ciencia no están peleadas pero que, en lo particular, él no cree que Dios exista o que haya creado el universo y cuanto en el existen. También dice que respeta a todos los hombres de fe, pero que no concuerda con ellos.  Dios no necesita que nadie lo defienda.  El lo hará por sí solo. La Naturaleza nos habla, nos muestra sus maravillas y Dios existe a pesar de que crean o no en El. Nada de lo que existe ahora es producto de la casualidad, empezando por nosotros mismos, por lo que pensamos, por lo que sentimos, por lo que descubrimos día a día. El creador de todo cuanto existe nos deja SER, así de sencillo. Nos regaló la inteligencia y la voluntad para creer o no en El.  Aún el primer átomo tuvo que ser creado por un ente superior y perfecto que no está compuesto de materia, pues si así fuera, tendría un principio y un fin y Dios es infinito. Y es cierto que a veces la religión, más bien, las personas que representan a Dios aquí en la Tierra, nos limitan, nos atontan o nos intimidan con sus prácticas. Es cierto que gente que debería ser sencilla y humilde, casta y sincera, se valga de la religión que profesa para engañar a gente inocente; que se enriquezca con las limosnas de sus feligreses y que sean unos verdaderos “padrastos” para sus hijos espirituales. Gracias a este tipo de personas, hay muchísima gente que se ha retirado de las prácticas religiosas. Gracias a ello estamos viviendo tanta violencia, tanta prepotencia, al grado de negar la existencia de Dios y creer que de veras somos nosotros los que “creamos” o “descubrimos” la tecnología, las vacunas contra las enfermedades, el amor, la paz. Ojalá que los discapacitados espirituales dejen atrás sus limitaciones y su ceguera y reconozcan  que uno sólo es EL SEÑOR. Respetar todas las ideologías y  saber que vivimos en un mundo de libertad donde podemos expresar nuestras opiniones es motivo de alegría y satisfacción.



                                           

                                                          

domingo, 13 de noviembre de 2011

EL TEMOR

Algunas veces hemos sentido miedo o temor. Eso es indudable. Aunque algunos expertos opinan que el miedo es acerca de cosas, personas o sucesos reales y el temor se referiría a sucesos no reales, más bien como una incomodidad emocional. Muchas veces el temor a no quedar bien ante los demás, a hacer el ridículo, nos impide avanzar en nuestra auto realización. Habrá ocasiones inclusive, que el temor nos paralice por completo o que se nos borre de la mente todo lo que teníamos pensado hacer, exponer, contestar o escribir.  Como dicen: nos bloqueamos.                                                             
 Para liberarnos de todo este tipo de temores, infundados algunas veces, necesitamos varias cosas: una sería hacer una lista de qué es a lo que tememos; otra sería, hacer un examen muy riguroso acerca de nosotros mismos y si no estamos viendo las cosas exageradamente o anticipándonos a cómo seremos juzgados. Otra sería si estamos permitiéndole a las cosas que nos dominen. Es la base fundamental: apoderarnos de las cosas o personas y sentir que son tan nuestras, que vivimos aterrados pensando cómo vamos a cuidar de ellas. Es muy importante hacer hincapié que pensar así es un desgaste emocional y espiritual muy negativo y perjudicial para nuestras personas. Cuanto más nos liberemos de la esclavitud o apropiación de las cosas, más bien nos sentiremos. Después de esto, recapacitar y proponernos salir adelante con lo tenemos, como somos y lo que hacemos. Si no vamos a dar ni un paso por miedo, ¿nos quedaremos allí? ¿cuánto tiempo? El miedo nos impide avanzar, nos bloquea la mente. Nos retrasa espiritualmente y no nos deja crecer. Las cosas se quedan, nosotros nos vamos. No viviremos eternamente. De tal manera, que debemos ser realistas y no exagerar respecto de los problemas que tengamos. Siempre habrá una puerta abierta para quien busca arreglar un problema. No debemos dejar que se nos "cierre el mundo".  Busquemos apoyo, ayuda, no nos encerremos a lamentarnos de ese miedo que nos cancela como personas valientes.
Cuanto más conscientes estemos de lo que somos, del valor que tenemos como personas, más creceremos como tales. No nos quejemos de lo que no hagamos ni el intento. ¡ Avancemos siempre!

lunes, 7 de noviembre de 2011

El Progreso y la Educación

 Sin educación no hay progreso. Pero el progreso ¿cómo se consigue? A pesar de que nuestro Sistema Educativo deje mucho que desear, quizá la culpa no es toda de ellos es decir, de los encargados de enseñar a nuestros jóvenes todo el bagaje cultural necesario para el desarrollo de cada quien. A pesar de que los maestros se preparen eficientemente, en la casa cada quien puede aportar algo de su propio conocimiento. Ya ahora, tenemos una muy mala calidad de enseñanza en todos los niveles. Y es cierto que algunas instituciones educativas se preocupan bastante por ello. Sin embargo, miren las encuestas y entérense cuántos maestros salieron reprobados en un examen nacional ¿Qué es lo que sucede?
Simplemente revisen los periódicos, las revistas o los pizarrones de anuncios. Hay muchas faltas de ortografía, Prosodia, Sintáxis; errores garrafales de Gramática en general. Empezando por allí y terminando en la Universidad, se llevan y les permiten a los estudiantes escribir y leer como un niño de Primer grado de primaria.  Sucede que los estudiantes al terminar su carrera creen que ya lo han aprendido todo. Que se pueden enfrentar al mundo y demostrar que son profesionistas. Lo que no saben es que para ser buenos profesionistas deben ser profesionales. Los maestros preparan sus clases según el programa que les presenta la escuela o academia en donde van a trabajar. Pero, ¿Qué tal si un alumno sabe más que ellos? ¡Y se molestan si alguien les señala un error!  Pero no solamente ellos cargan con toda la responsabilidad, también los directivos quienes no les permiten reprobar a más de uno o dos alumnos por año. Cuando a veces dan ganas de reprobar a todo el grupo, porque no se saben ni las tablas de multiplicar.
Creo sinceramente que los maestros deben prepararse arduamente: en su casa, en la biblioteca, por Internet, por donde sea, pero  PREPARARSE. Y no solo ellos,  sino también los arquitectos, médicos, ingenieros, contadores, etc., etc. Hay médicos que de veras dan ganas de recetarle uno mismo. Gente con el criterio tan cerrado que no permiten ni una sugerencia, indicación y ¡cuidado con decirle que ya fue usted con otro médico antes que él! Lo ofenderá de manera gravísima y después, si no lo corre antes, ya nada será igual entre ustedes. Médicos que solo estudiaron para sobrevivir pero que no tienen nada de vocación. Y lo mismo digo de los demás profesionistas. Abogados que ya solo con verlos, cuesta un dineral y luego traen a vuelta y vuelta a sus clientes.  Necesitamos gente con ganas de superarse, de servir. Gente honesta consigo mismo y con los demás. ¡Señalar las lacras de la sociedad es servirla!

lunes, 31 de octubre de 2011

Que Dios está triste

Dicen que Dios está triste, triste porque nos regaló una Naturaleza que estamos destruyendo; porque nos dio una inteligencia y una voluntad para servir al Bien Común y las hemos usado para servirnos a nosotros mismos, a manos llenas sin pensar en los demás. Triste porque nos mandó su palabra hecha carne en Jesús su hijo, para que aprendiéramos de sus ejemplos y su amor y hemos puesto oídos sordos voluntariamente a sus palabras y no hemos aprendido a amarnos unos a otros. Está triste porque nos dio una tremenda capacidad intelectual para inventar y crear adelantos científicos que mejoraran cada día nuestras vidas y ¿qué hemos hecho? Le permitimos a nuestra sociedad y a nuestros hijos que hagan lo que quieran y como quieran. Son libres, decimos y no hay límite ni respeto ni autoridad entre niños y adultos.

                                                  


Hemos aprovechado muchas cosas para hacer daño, para esclavizar a otros o intimidarlos, amenazándolos o chantajeándolos con el fin explícito de enriquecernos. Nos regaló una conciencia libre y plena para que fuéramos felices y le hemos sellado la boca para que no nos reclame nuestros malos actos. Está triste porque nos creó pensando que lo reconoceríamos como el Dios del Amor y lo amaríamos por todo lo que nos dio para que fuéramos felices, pero no sólo lo expulsamos de nuestras vidas, sino que le echamos la culpa de todos nuestros males y, por lo tanto, le odiamos. Y teniendo ojos para ver, estamos ciegos; teniendo oídos para oír, estamos sordos; y teniendo boca para alabarlo y reconocerlo como lo que ES, estamos mudos.
Dicen que Dios está triste . ¿Será verdad?

martes, 25 de octubre de 2011

¡Cambiemos México!

Cuántas veces hemos escuchado comentarios negativos la gran mayoría, sobre cómo somos los mexicanos. Nos tachan de flojos, corruptos, envidiosos, abusivos y una serie de adjetivos nada agradables. ¿Damos realmente esa impresión TODOS los mexicanos? Yo creo que no. Hay de todo: gente buena, noble, trabajadora y honrada; gente que no anhela enriquecerse a costa del sufrimiento de los demás con dinero fácil o sucio; gente generosa y justa.

 
Escuchamos también que cuando vamos a los Estados Unidos respetamos sus leyes, no tiramos basura en la calle y pagamos a tiempo los impuestos sin replicar. ¡Oh sí! es que allá son más estrictos. ¿Por qué allá sí y aquí no? Para los que conocemos aquel país, la comparación con sus ciudadanos es casi igual, pero su sistema político funciona diferente. Inclusive podría afirmar que allá hay más violaciones a las garantías individuales, solo que allá el poder económico es mayor que el nuestro y con eso, está dicho todo. Podemos ver que allá los impuestos que se pagan SI trabajan, sí son aplicados a las diferentes necesidades del país. ¿Por qué no tratar de cambiar esa imagen que tienen de nosotros en ese y otros países? ¿Podemos hacer algo al respecto? ¿Podemos cambiar algo?
Recuerdo a Don Mauricio González de la Garza (q.e.p.d.) y de su libro “Ultima llamada”. El nos invita a cambiar, a capacitarnos, a dejar la corrupción, a progresar, a cultivarnos en todos los sentidos. Y parece que cada año que pasa en nuestras vidas es una última llamada para hacer algo por México. ¿Será?
Empecemos por algo, aunque sea pequeño. No tirar basura en lugares inapropiados, sembrar árboles, votar en tiempo de elecciones, pagar nuestros impuestos, ver también lo positivo de los que nos rodean, trabajar con eficiencia, administrarnos mejor no gastando más de lo que ganamos, compartir el tiempo con nuestros hijos, comprar libros o juegos educativos, en fin, aportar nuestro granito de arena para cambiar la imagen de los mexicanos. Por eso los invito a que ¡Cambiemos México!.

jueves, 20 de octubre de 2011

En buenas manos

Muchas veces cuando fuimos jóvenes, pensamos en todo menos en casarnos, formar una familia, educar niños, trabajar sin descanso todo el día, gratis. Bueno, en nuestros tiempos así fue. Pensábamos en el novio, en el trabajo, en nuestros padres y hermanos, amigos, pero no en si algún día llegaríamos a formar un hogar con aquel chico del que estábamos enamoradas. Siempre, a través de los siglos, lo referente a la juventud y al romanticismo es siempre lo mismo. Nunca pensamos si tendremos problemas de comunicación, económicos o problemas de infidelidad. Simplemente nos lanzamos a la aventura de aceptar vivir en unión con nuestro amado.
Muchas cosas han pasado a través de nuestra vida, cosas buenas y malas; positivas y negativas; éxitos y fracasos. Pero una cosa sí es segura: No estudiamos para ser los mejores padres de familia y sin embargo salimos adelante con nuestros hijos. Casi la mayoría de nosotros podemos decir eso. Ahora ellos tienen sus propias familias y ¿saben qué?, sin duda alguna quieren ser como la familia que ellos tuvieron. ¿Les dice algo esto? Cuando el jefe de familia ha cumplido con el cometido de ser el apoyo moral, psicológico y económico de su familia; cuando ha sido el custodio de sus hijos y de su esposa; cuando ha sido padre y no padrasto para ellos; cuando les ha brindado su amor y su apoyo, entonces ¡sí que ha cumplido! Y nosotras también. ¿No hemos sido el apoyo de nuestro marido? ¿No hemos estado a su lado en las buenas y en las malas? ¿Tenemos problemas? ¿Y quién no los tiene? Y como dicen: ”si todas las cosas en esta vida fueran fáciles, cualquiera las haría”.
Mirando hacia atrás nos damos cuenta de que estamos en buenas manos, las de nuestro compañero de la vida. El también puede sentirse agraciado por tener la mejor compañera que pudo haber elegido. Es bueno tener este varón a nuestro lado. Amémosle cada día de nuestra vida.



                                                    

jueves, 13 de octubre de 2011

SÉ MUJER

                                                                   
La belleza es  un atributo propio de la mujer; aunque pudiéramos afirmar que también hay hombres “bellos”. Ya sabemos que no es un adjetivo muy adecuado para ellos pero ¿no es cierto que hay hombres hermosos? Bueno, aquí lo más importante de todo esto es lo que consideramos como “bello”. La belleza es una cualidad de los seres vivos y los objetos, que produce deleite intelectual, moral o de los sentidos. Dícese también de aquél que tiene buenas cualidades, sobre todo en lo moral.
Y este es el punto a tratar aquí: ¿porqué hay hombres que teniendo una gran belleza por esposa, la traicionan con otra mucho más fea que ella, o más gorda o más vieja? Sólo ellos lo saben. Así que, mujeres: Es importante  permanecer saludables; ejercitar los músculos y comer sanamente; arreglarse diariamente sin exagerar; vigilar el aseo personal y mantener encendida la llama del amor. Acrecentarlo siempre con las actitudes de servicio y disponibilidad. Ser discreta y permanecer firme en las decisiones. Compartir con el marido la responsabilidad de educar a los hijos y recordar: La mujer tiene muchas habilidades que le permiten retener al hombre. No se necesita ser muy hermosas, sino muuuuy inteligente ¡eso sí! Y mucho: echar mano de sus capacidades y de su sexto sentido. ¡Defiendan lo suyo!  Protegan el hogar de las depredadoras….. que buscan hombres que les reditúen ganancias económicas y las mantengan el resto de sus vidas. No les importa si ese hombre es casado y tratan por todos los medios que la esposa se entere que tienen una aventura con su marido. De esa manera ella se enoja y se va, dejando el campo libre para que ella lo ocupe. La mujer intuye siempre, cuando es engañada. Alerta siempre al menor indicio.
 Sé hábil, ingeniosa, sagaz y prudente. Cultiva tus cualidades y sé lo que eres…….¡MUJER!

sábado, 1 de octubre de 2011

MALA FE

 Yo no entiendo como hay personas que siempre miran con malos ojos todo lo que se hace. Cómo siempre critican de manera destructiva cualquier tipo de proyecto u opinión que no sea de ellos. Son pesimistas a más no poder; ni hacen ni dejan hacer. Todo les parece mal ¿por qué será? A veces creo que no tienen alma o si la tienen, los han lastimado mucho a través de su infancia y adolescencia o nunca les han brindado amor, pero nada de amor. Quizá los maltrataron mucho, quizá tuvieron mucha soledad ¿quién sabe?
Independientemente de todos estos pensamientos, en el fondo tienen mucha envidia por no ser ellos los de las nuevas ideas. A veces hacen las cosas mal de manera intencional con tal de perjudicar a quien ellos quieren causarle daño; otras veces se escudan justificándose y aduciendo que es por una buena razón: la de ellos. Pudiera llamarse “envidia”o “egoísmo”. Lo que sí sé es que yo lo llamo “mala fe”. Son felices en apariencia; pero si pueden, destrozan la buena fama con sus comentarios o sus falsedades; de tal manera que “el otro” no obtenga lo que desea, aunque él mismo tampoco lo obtenga. Inclusive conozco casos de personas que según ellos, criticaron de manera muy negativa a personas de conducta recta e inclusive lo publicaron, sabiendo que éste es un daño muy grande que obviamente desprestigiará a cualquiera que intente conseguir algún trabajo en empresas o instituciones oficiales. Pero eso sí, ellos son muy “transparentes”. Les gusta ser alabados por sus buenas obras, sobre todo si aparece publicada su foto. No saben el daño permanente que causaron con sus comentarios o sus publicaciones. En fin, tratemos de no encontrarlos en nuestro camino. Nunca nos arrepentiremos de ello.






                           

lunes, 26 de septiembre de 2011

Demasiado tarde

Siempre he sido partidaria de los matrimonios o parejas que viven o conviven juntos. Es decir, que el hombre trabaje en la misma ciudad donde vive su mujer y sus hijos. Es cierto que a veces el trabajo del jefe de familia es fuera de la ciudad, pero ¿ a costa de qué?
Cuando el hombre se establece en una ciudad distinta, es normal que no se lleve a su familia de inmediato, pero puede hacerlo una vez ya establecido. ¡Cuántas parejas se han distanciado emocionalmente por este motivo! Me acuerdo de una amiga mía que se casó y tuvo 2 hijos. El señor trabajaba fuera de la ciudad y regresaba semanalmente. Un día lo cambiaron bastante lejos y le pidió a su esposa que lo acompañara (con todo e hijos, claro) pero como los niños no querían perder su “hábitat” y la mamá quería complacerlos en todo, no se fue con él. El señor empezó a espaciar sus visitas a la familia. Los hijos crecieron, terminaron sus carreras y el esposo seguía insistiendo en que su esposa se fuera con él. Ella le dijo que en cuanto sus hijos se casaran se iría con él. Después que se casaron los hijos, la señora llama a su esposo para decirle que ya está libre para irse con él ¡finalmente! Entonces su marido le dice: “lo siento, es demasiado tarde. Te esperé mucho y otra persona ocupa tu lugar”. Otras ocasiones la separación se va haciendo costumbre a tal grado que si el marido llega a su casa, su mujer se fastidia y sólo espera el momento de que él se vaya. El por su parte, prefiere estar lejos de su mujercita, para no escuchar sus constantes lamentos y reclamos. ¡Muy comodinos los dos!
Es muy triste que por ganar unos pesos de más, las parejas vivan separadas. ¿No saben que: "falta el trato continuado, el sabor de las caricias para hacer que las pasiones se conserven encendidas” como dice la canción y por eso…”poco a poco te me olvidas”? Así es amigos. El vivir día a día compartiendo con nuestra pareja todos los pequeños y grandes momentos de la vida es lo que más vale. Hombre: no abandones a tu mujer. Ella necesita de tu compañía. Mujer: sigue a tu marido a donde vaya. ¡Qué importan las incomodidades! ¡Síguelo! No dejes que sea demasiado tarde.                   
                                                           

martes, 20 de septiembre de 2011

Padres débiles, hijos autoritarios

¡Qué diferentes eran aquellos tiempos cuando los hijos obedecíamos a nuestros padres sin replicar! Igualito que ahora nuestros hijos obedecen……..a sus libres impulsos y tienen oídos sordos a nuestros requerimientos. Si nuestra mamá repetía una orden, el papá volteaba a vernos y ¡era suficiente! No se replicaba, no se cuestionaba, no se justificaba, solo se obedecía. Así crecimos, muchos, la mayoría con sus dos padres y ¿qué nos pasó? Maduramos, formamos familias, yo diría más o menos estables pero nos enfrentamos a otra época diferente, con métodos diferentes para educar a nuestros hijos y decidimos que ellos serían libres para tomar decisiones propias.
Antes, sabíamos que para salir al cine o a “dar la vuelta”, debíamos tener nuestro cuarto en orden, las vasijas limpias y si ya habíamos cumplido con nuestros deberes, solo entonces podíamos salir. Así que, si queríamos algo, debíamos pagar por ello. Ahora, no solo les cuesta NADA a nuestros hijos lo que quieren, sino hasta el más mínimo esfuerzo lo hacemos nosotros. ¿Qué hemos creado? 








Hemos generado hijos desobedientes (derechos humanos), groseros (libertad de expresión), flojos (libertad de acción) y violentos (libertad de no sé qué). Se creen con derecho a todo porque no hemos sabido educarlos, solo amarlos. Nos creen débiles y torpes; ya solo nos falta pedirles permiso para “dar la vuelta”. Hemos perdido autoridad ante ellos o más bien, se la hemos cedido. Ojalá que reconsideremos esta situación que nosotros mismos hemos propiciado y rescatemos los valores morales extraviados en algún lado y en algún momento. Acordémonos que el éxito en sus vidas depende de varios elementos: honradez, constancia, afán de superación y servicio al bien de los demás, para que su futura comunidad se vea libre de “padres débiles e hijos autoritarios”.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Decisiones difíciles

Hablar de una separación permanente de la pareja es un tema bastante delicado. No  es el punto abordar el tema del divorcio específicamente, pero sí a las situaciones que permiten que una pareja tome tan terrible decisión.
Hay muchos elementos negativos en su mayoría, que hacen posible tomar esta decisión: la falta de comunicación, el temperamento natural de cada cónyuge o compañero de nuestra vida, las discusiones frecuentes por culpa de la cuñada o de la suegra que casi nunca falta; la distancia geográfica y física de cada uno ( por motivos de trabajo), la ausencia frecuente de uno de los dos, también por motivos de trabajo, situación que pone a la mujer en una situación de soledad a la que quizá no estaba acostumbrada; la avaricia, la infidelidad, la violencia física, verbal o psicológica, en fin, hay muchos elementos que no terminaríamos de definir.
Creo que el mayor de todos los males es la soberbia de uno de los dos o de la pareja en sí. No saber pedir perdón, no reconocer los errores con humildad porque la confunden con humillación. No tomar en cuenta todo el esfuerzo que hace el hombre o la mujer, según el caso, por tener una mejor posición económica. Ignorar el sacrificio de la mujer en su casa o con sus hijos. Y cuando hay hijos de por medio, las consecuencias son funestas por esta decisión. Alguno de ellos pensará: ¿Y mi vida, qué? ¡Tengo derecho a ser feliz, a vivir MI propia vida! Y esto, es el mayor de los egoísmos sobre todo, cuando hay hijos. Ellos no pidieron venir al mundo. Y mucho menos se imaginaron que uno de sus padres los abandonaría por la causa que fuese. Solo cuando es absolutamente necesario y no hay que recalcarlo, se dará el divorcio de la pareja. Recapacitemos amigos: nuestra vida, nuestras decisiones YA las tomamos. Si fracasamos, tratemos de corregir los errores, pero NO a costa de la felicidad de nuestros hijos. Acordémonos que cada miembro de un matrimonio es 100 por ciento responsable del éxito o fracaso de él. No sólo la mujer debe cargar en sus hombros toda la responsabilidad. Los hijos son de los dos, no sólo de ella. Cuando tomen una decisión difícil, piénsenlo dos veces. Quizá la diferencia entre ustedes no se arregle, pero traten, hagan un esfuerzo por conservar su unidad. Su mutuo amor puede renacer con un poco o un mucho de buena voluntad, sobre todo recuerden los tiempos de su noviazgo, si no ¿por qué se casaron? ¿Obligados o voluntariamente? Acuérdense de sus buenos tiempos y encomiéndense a Dios.




                                         

sábado, 10 de septiembre de 2011

Juventud y Matrimonio

Hay veces que tenemos tantos problemas con nuestra pareja, que pensamos que lo mejor es vivir solos, pero cuando viene la reconciliación, se nos olvida completamente este pensamiento. Y la vida de la pareja es así: con altibajos constantes. A veces la mujer está por demás irascible, molesta por cosas tan pequeñas que más parece una niña necia que una mujer madura. Y es que la madurez no tiene edad. Se puede ser un adulto de 40 y tener una madurez de 8 años o viceversa. O tener 22 años y parecer un adulto de 40 ó 50 años. Y es que las personas para ser “centradas” tienen que tener buen juicio, ser imparciales, tolerantes, de mente abierta para aceptarnos tal cual somos o aceptar ideas diferentes a las nuestras. De manera que, al casarnos, pocas veces tomamos en cuenta si nuestro futuro cónyuge piensa como nosotros, si tiene la misma religión, si es avaro, si es violento y muchas otras cosas que deberíamos haber tomado en cuenta. Pensamos: cuando nos casemos se le quitará o, yo haré que cambie y grave error: genio y figura hasta la sepultura.  Nunca sabemos si esa edad para casarse era la adecuada o si estábamos maduros suficientemente.                                                                
Los que son violentos o infieles o tomadores, pocas veces cambian. Sabemos que no es una regla establecida. De hecho, existen casos excepcionales. Personas que han cambiado. Sin duda, el amor los ha cambiado. O el sufrimiento, el cual también puede hacer cambiar a las personas. ¿Se han fijado que cuando estamos enfermos nos portamos muy bien? ¡Claro! ¿Quién puede portarse violento? Si estamos indefensos o, al menos, así nos sentimos. Quizá debamos pedir al cielo enfermarnos más seguido. Muchas cosas pudimos haber evitado, errores por supuesto, si nos hubiéramos fijado mejor pero recordemos: el “hubiera” no existe. También durante ese tiempo pensamos: si me voy a casar con él  o con ella, no con su familia, ¡error! también entra allí su familia. Ahora lo sabemos. Pensamos con el corazón no con la cabeza. Por todo esto, debemos aconsejar a nuestros hijos. Aunque en ocasiones es inútil. El amor es ciego y sordo y más cuando somos jóvenes. No escuchamos y ponemos oídos sordos a todos los consejos. Lo ideal es que al casarse, no vivan con sus padres sino aparte, para que empiecen a madurar como pareja. Y no tomar decisiones por ellos. Dejarlos que cometan sus propios errores a gusto. Nada de entrometerse, aunque nos duela. Es mejor como padres, no enterarnos de sus problemas emocionales, porque ellos se reconcilian pronto y nosotros no perdonaremos pronto.  Tampoco debemos acostumbrarlos a depender económicamente de nosotros. Así nunca madurarán. Apoyarlos en lo que se pueda sin entrometerse demasiado. ¡Que sean felices a su manera! Confiemos que formarán una buena familia con nuestra bendición.
 

lunes, 5 de septiembre de 2011

TIEMPOS DIFICILES

Hay veces que nos encontramos un poco deprimidos por tal o cual situación. Cuando sabemos que la solución a nuestros problemas es fácil, entonces podemos empezar a alegrarnos el día, pero cuando no, entonces  aquella depresión aparte de ser tal, aumenta a ser  preocupación. La verdad es que a veces somos muy incautos o inocentes (lo que no significa que seamos tontos o algo parecido) y sentimos que nuestra confianza ha sido traicionada, que aquello no es lo que nosotros creíamos; que aquellas personas no eran como nosotros pensábamos y recibimos tal desilusión, que al darnos cuenta de la realidad, nos ponemos tristes. Y es que cada cabeza es un mundo. ¿Cómo saber lo que el otro piensa o siente?
A veces el ser transparente en nuestra conducta hacia los demás, nos hace ser muy vulnerables. Lo malo es que nos damos cuenta demasiado tarde. Creemos que nuestro afecto es correspondido; creemos que el otro piensa casi igual que nosotros; creemos que somos aceptados tal y como somos y ¡qué difícil resulta darse cuenta del error tan grande en el que estábamos! Esto me recuerda a una amiga que vivía rodeada de amigos, es decir “de amigos” hasta que un día tuvo una mala racha y perdió su empleo, su casa y por supuesto, sus “amigos”. Estos dejaron de frecuentarla porque ¿a qué iban? ¿a ver tristezas?. Si no había allí ni una cerveza o un refresco para animarse; además, si su amiga solo sabía quejarse ¿no era mejor no ir a visitarla? En fin, todos la abandonaron. Ella obviamente, se deprimió ¿y quién no? Con esos amigos ¿para qué quería enemigos?
Así es. Somos amigos en la prosperidad y en la salud, pero cuando el amigo nos necesita ¿dónde estamos? Decimos y hasta nos creemos “buenos” pero la verdad es que no lo somos. ¿Hasta dónde hemos abandonado a un amigo? ¿Cuántas veces hemos hablado mal de él? O ¿cuántas veces lo hemos criticado frente a otros y por nuestra culpa le hemos creado mala fama?¿Cómo se llama eso? La verdad es que seamos como seamos, debemos aceptarnos a nosotros mismos, amarnos tal y como somos, con todos nuestros defectos y el que nos quiera, bien; el que no, ni modo. No podemos ser diferentes o hacer diferente a otros porque no nos gusta su manera de ser. Aceptémoslos como son.
Que nuestros tiempos difíciles  nos ayuden a crecer como personas, a humanizarnos más. Que estos tiempos nos hagan recapacitar y nos impulsen a renovarnos interiormente para salir adelante sin depresiones ni tristezas. Animo.





sábado, 27 de agosto de 2011

" La paja en el ojo ajeno"

                                                 
Se han puesto a pensar alguna vez si el dicho de: “Ves la paja en el ojo ajeno y no miras la viga en el tuyo propio” ¿habrá sido escrita pensando en nosotros? Creo que sí, porque ¿quién puede verse sus propios defectos o errores?
Decimos: "Mira, el Presidente ya no sabe qué hacer con tanto bandido; debería cambiar de estrategia”  Y ¿si tú fueras él? ¿Qué harías? Deberíamos ponernos en su lugar. Igual que los Partidos políticos y sus representantes: critican  a  diestra y siniestra y cuando ellos tuvieron el Poder ¿qué hicieron? Ahora, el egoísmo, la soberbia y todos los males, no les permiten apoyar ni una sugerencia del Presidente porque ”no es de los suyos"  ¿y el pueblo? Es el que paga los platos rotos. Los enemigos del pueblo solo señalan los errores, no las cosas buenas que se han hecho. Por su soberbia y prepotencia es que estamos así.
Así, cuando el otro es tacaño, nosotros somos ahorrativos, economizamos. Cuando el otro es injusto, parcial o abusivo, nosotros somos exactamente lo contrario: piensas “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” u “ojo por ojo y diente por diente”, pero no es venganza, no, es “justicia”. Cuando el otro calla es un tonto; cuando nosotros lo hacemos, somos prudentes. Y así, la lista sería interminable. Criticamos en los demás lo que también nosotros hacemos o decimos. Pero sí que tenemos duro el corazón.
Necesitamos cultivar la virtud de la verdad. Ver la realidad en nosotros mismos, tal cual somos. Querernos a nosotros mismos sin llegar a la idolatría y siempre “ponernos en los zapatos de los demás” a la hora de criticar. Dejemos ya de justificarnos y por una vez en la vida seamos sinceros e imparciales. Dejemos de ver la paja en el ojo ajeno y veamos la viga que llevamos en el nuestro. Sólo hay que echarle una miradita al interior de nuestro corazón. Quitar esas telarañas de vicios y purificar ese ambiente para que este México nuestro progrese. Reconozcamos la buena disponibilidad de los demás.

sábado, 20 de agosto de 2011

Oportunidades para corromper

Platicaba yo con una señora como de 55 años aproximadamente y me comentaba acerca de los beneficios que el Programa “Oportunidades” le brinda a algunos Estados del país, a personas que tienen o ganan menos del salario mínimo y a quienes ya no pueden trabajar y a personas mayores de edad, como ella. Y me decía que no aceptó la invitación de un compadre suyo que le había insistido en llevarla para que recibiera sus 500 pesos como a él, que los recibía mensualmente. La señora me dijo que ella realmente no necesitaba de ese dinero, que lo recibieran mejor quienes sí lo necesitaban y su compadre no lo necesitaba, pero iba por ellos de todos modos. “Total comadrita ¿quién se da cuenta?” y la felicité por su lealtad y su honradez; gente como ella es lo que necesitamos. Ojalá que para este tipo de programas del gobierno que sí tiene buena voluntad en ayudar a la gente de escasos recursos económicos, se supervise de manera muy estricta quiénes necesitan y quiénes no. Estos programas sí son oportunidades para despertar la codicia de muchos abusivos. Que se realicen previos estudios socio económicos de las personas que se van a beneficiar y no porque son “conocidos” del encargado del programa. Ni modo de ponerle un policía a cada familia en el país.
Si este programa está tan corrompido, ¿qué decir de los otros programas que son para ayudar a gente más pobre que nosotros? Nos hemos acostumbrado tanto a la corrupción como nos estamos acostumbrando a las muertes violentas diarias en nuestro país. ¿A dónde vamos? Por eso amigos, piensen antes de votar por su candidato político favorito. No digamos ¿para qué? Siempre hacen lo que quieren.  Si no votas, no te quejes.
                                                    

jueves, 11 de agosto de 2011

LA NATURALEZA NO PERDONA

A veces son tantas las dificultades por las que atraviesan las mujeres, madres solteras, abandonadas, divorciadas o viudas, que de veras da tristeza. Y no  solo en nuestro país, tan golpeado por la violencia y el secuestro, sino también los millones de mujeres en el mundo que en este momento están siendo sometidas a los más crueles abusos por parte de los traficantes de personas.                  
 ¡Cómo es posible que por dinero, se   comercie con los cuerpos de las personas! Y no solo los encargados directamente del tráfico de inocentes, sino también los intermediarios son tan culpables como los primeros. ¿No saben los culpables que ese dinero con el que alimentan o sostienen a su familia es dinero SUCIO? ¿No saben que es dinero obtenido con mucho dolor y que ese dolor tendrán que pagarlo ellos mismos, su familia y sus nietos? No, no lo saben. Si lo supieran ¿se detendrían? No se necesita ser Dios para saber que sin duda, lo pagarán. Quizá no lo veremos, pero así será. Las leyes de la Naturaleza son perfectas y fueron creadas para servirnos, sana, justa y equitativamente. Si violamos estas leyes, los hombres quizá nos perdonen, Dios sin duda lo hará, pero la Naturaleza, NO. Si transgredimos sus leyes, nos aplicará el castigo que merecemos. Todos los días se puede ver que así es. Algunos primero, otros después, pero siempre será así. Es la Ley.
 Cuántos delitos se podrían evitar si nuestros jóvenes estuvieran bien informados. Si en nuestras escuelas tuviésemos clases de Moral donde se les instruyese  a los alumnos y se les preparase adecuadamente, así como hoy se les enseña a protegerse, escondiéndose debajo de los mesabancos cuando hay algún enfrentamiento con los delincuentes. Enseñar a nuestros niños y jóvenes el respeto por la vida y alertarlos contra los depredadores, para no llegar a ser un número más en las estadísticas oficiales. Mejor que maduren con nosotros que con extraños. Por eso es importante la comunicación con nuestros hijos, sobrinos, amigos y parientes. Alertarlos. Enseñarles que no deben hablar con extraños por más elegantes, juveniles, guapos o graciosos que se vean. Nunca estará de más comentar lo que pudiera pasarles si no escuchan los consejos. Obedezcamos las leyes de la Naturaleza y no abusemos de nuestros semejantes.

jueves, 4 de agosto de 2011

LA ESPERANZA

De veras que la Esperanza es una virtud, pero ¿dónde encontrarla? Esperar sin desesperar, tener fe, confiar en que algo o alguien acudirá en nuestra ayuda, pero ¿quién? Ahora que hemos expulsado a Dios de nuestros colegios, de nuestra sociedad, de nuestra familia y hasta de la iglesia ¿cómo llamarlo de nuevo? Y si siempre hemos creído que Dios era el Mago todopoderoso que siempre cumplía nuestros deseos ¿qué hacer  cuando hoy tenemos miedo?  Sí, miedo por nuestras vidas, por nuestros hijos, por nuestros bienes. Ya ni volteamos al cielo.
La fe y la esperanza van de la mano. No viven la una sin la otra, pero ellas no vendrán si no tenemos a Dios en nuestro corazón. La libertad que nos fue dada desde el principio de la creación, ha sido violentada, transgredida y muerta a balazos por los delincuentes. Ellos son tan libres de dejar vivir o matar si así lo quieren. ¿Y nosotros?. Nosotros no estamos solos, simplemente que lo hemos olvidado. Necesitamos regresar al expulsado. Recibirlo de nuevo en nuestras familias, en nuestras vidas y aún, en nuestros templos. Dios no vendrá si no es solicitado. No vendrá si no lo llamamos, no vendrá si no es bienvenido. No olvidemos que también nosotros somos libres, libres para pedirle a Dios que nos ayude. El conoce. El sabe. Invoquémoslo diariamente al salir de nuestras casas, al empezar el día. Bendigamos  a nuestra familia y pidamos a Dios que regrese la paz.
                                                              

jueves, 28 de julio de 2011

Nuestro interior






En la búsqueda de un mundo mejor, nos hemos preguntado a nosotros mismos ¿si ya buscamos en nuestro interior? La paz, el amor, la bondad y la justicia están allí, dentro de nosotros mismos. Lo que pasa es que no hemos buscado bien; no hemos pensado que todo se nos ha dado desde que nacimos. Tenemos inteligencia y libertad y una voluntad libre para escoger y decidir. Si tan solo nos saliéramos un poco de nuestro “yo” hacia el exterior y nos viéramos a nosotros mismos ¡cuántas sorpresas encontraríamos!
Aparte, tenemos tantas riquezas espirituales y emocionales que no hemos sabido aprovechar. Una palabra de aliento, un saludo a un desconocido, un favor a alguien sin que nos lo pida ¿no son cosas positivas que podríamos hacer fácilmente? Y si no cuesta mucho ¿qué mejor? Y si costara ¿no tendríamos más mérito? Exploremos bien en nuestro corazón. Estoy segura que entre nosotros hay muchos “millonarios” que lo único que falta es que lo descubran. Repartir nuestra riqueza moral es como poner una lámpara en lo alto del monte para que todo y todos se alumbren. No la tengamos escondida debajo de la mesa ¿Para qué serviría? ¿A quién alumbraría? Y no sólo eso, serviría también para vernos a nosotros mismos. Ver cuánta bondad y amor se esconde allí, esperando ser descubiertos para derrochar a manos llenas.
 Hay mucha gente esperando ser invitada a servir; que le gusta participar, colaborar, sentirse útil, pero no se atreven a presentarse solos. No necesitan invitación, el mundo nos pertenece a todos, no solo a los que tienen el poder o dicen discursos políticos, o a los que nos representan en la Cámara de Diputados o Senadores. Todos somos libres para poner nuestro “granito de arena” en la construcción y rehabilitación de un mejor mundo para nuestros hijos. ¿Hemos pensado cómo y de qué manera vamos a contribuir? Pensar en ello, organizarnos y prepararnos. Alumbremos mientras podamos. Saquemos la luz del interior de nuestro corazón y llenemos de amor este mundo tan violento y agitado.

jueves, 21 de julio de 2011

La tolerancia

Reflexionando acerca de cuán esclavos somos de nuestras propias ideas, me preguntaba qué tan tolerantes somos con los demás cuando no están de acuerdo con nuestros gustos, nuestras decisiones o nuestra manera de pensar. Porque ¿quién posee la Verdad Absoluta? Solo Dios.
Tendríamos que preguntarnos a nosotros mismos si no somos una amenaza para los que nos rodean, porque somos tan soberbios y tan delicados que no toleramos si alguien nos contradice; no toleramos tal o cual canción que le guste a nuestro amigo o a nuestra pareja; no toleramos que nuestro propio hijo o esposa o compañero de trabajo quiera votar por un partido político diferente al de nuestros gustos y así, muchas más cosas.
Muchas veces no toleramos el simple hecho de que algún “apurado” nos rebase con su carro o que quiera ponerse delante de nuestra fila. Y he dicho “apurado”, no “abusivo”. No sabemos si el que nos rebasó lleva realmente prisa por llegar a algún lado. Recuerdo que una amiga mía (viuda ahora) llevaba a su esposo al Hospital porque le dolía mucho el pecho, pero nadie le cedió el paso y el señor murió al llegar al Hospital. Además ¿qué nos cuesta cederle el paso a alguien? ¿Cuánto más tiempo nos tardaremos? Uno o dos minutos. No sabemos si realmente están urgidos de llegar a algún lado o es cosa de vida o muerte. Aparte, no somos tolerantes ni siquiera con nuestra propia familia, en donde el señor quiere ver el partido de foot ball y la señora quiere ver sus telenovelas.
¿Por qué siempre pensamos que tenemos la razón en todo? Porque nos falta humildad y esa es una virtud. ¿Podemos cambiar? Si es así, podemos cambiar a la humanidad entera. Empecemos hoy con pequeñas decisiones, cediendo a nuestro propio impulso de querer tener la razón en todo y seremos lo que debemos ser: más tolerantes.

jueves, 14 de julio de 2011

LOS BUENOS Y LOS MALOS



Hace poco me llegó un correo que quisiera compartir con ustedes. Para nada es mi intención robar ideas. Sólo quiero contribuir en algo para el mejoramiento de nuestra sociedad inmersa en el caos de la violencia y la inseguridad. Esta persona comenta que los niños nacen buenos, (en lo que estoy de acuerdo), pero que en el transcurso de su vida fueron abandonados, menospreciados, humillados o violentados y que debido a esto, estamos como estamos. Estos niños, jóvenes ahora, son los que delinquen. Son los nuevos agresores,ladrones o chantajistas. Ellos tratan como fueron a su vez tratados, con violencia, con saña, sin amor, con odio. ¿De quién es la culpa? Ciertamente de todos. No porque estamos en la casa, con la familia, trabajando arduamente para darle a los hijos  lo necesario, nos exime de la responsabilidad para con el resto de la humanidad. Pero ¿qué podemos hacer a estas altura para detener el crecimiento de esta ola que amenaza con ahogar nuestra familia?
Transcribo a continuación y textualmente las palabras de Mayra, mi hija : "A veces los muchachos llegan a la Secundaria o a la Prepa con cigarros y cervezas, a escondidas. Pienso que este comportamiento es por la falta de atención de los padres. Si, falta de atención, que por querer hacer felices a los hijos, les dan todo lo que piden y hasta lo que no piden con tal de tenerlos callados y felices. Padres : dense cuenta que los hijos pedimos y tomamos para ver hasta donde se nos da y si somos agresivos o rebeldes es que estamos pidiendo a gritos ayuda, atención y amor de su parte. Las cosas materiales no demuestran su amor por nosotros". Me sorprendió su madurez y me alegró que me dijera esto. A veces nos da pena hablar de ciertas cosas con nuestros hijos, como el sexo y las drogas, pero son temas que debemos y tenemos que abordar. Así pues, preparémonos para enfrentarlos y afrontarlos, para dialogar . Pensemos que el tiempo que usaremos platicando con nuestros hijos es una inversión a no muy largo plazo en el Banco de la Vida y que los intereses que generarán serán mil veces duplicados. No hay que temer sancionar la mala conducta. Son nuestros hijos. Tenemos la libertad a hacerlo y ellos la obligación de corregirse.

viernes, 1 de julio de 2011

AMISTAD


“No hay amor más grande que el que da la vida por sus  amigos”. Esta es la mejor frase que se pudo haber escrito. ¿Quién daría la vida por un amigo? Quizá la demos por nuestros hijos, pero también hay que reconocer que hay muchas personas que darían la vida por un amigo.
Un amigo es el que no nos abandona nunca, aunque no esté cerca de nosotros. Es aquél con el que sabemos que podemos contar. Que conoce nuestras virtudes y nuestros defectos, nuestros secretos y nuestras debilidades. Está de más decir que un “amigo verdadero” es decir un pleonasmo, porque, o se es amigo o no se es. Si no es verdadero entonces no es amigo. Las virtudes del amigo son: la discreción, la responsabilidad de poder contar con su ayuda, la disponibilidad de prestar un servicio, la apertura para aceptarnos tal como somos y la tolerancia ante cualquier discrepancia de ideas. El afecto que une a los amigos no tiene comparación. Por eso, cuando se recibe una traición de parte de un “amigo”, el dolor es inmenso porque nos damos cuenta que no era un fiel amigo. Hay un sentimiento de orfandad, sin nadie a quien recurrir, porque depositamos toda la confianza en él. Alguna vez durante mi adolescencia tuve una amiguita con la que conviví casi 7 años; yo diría que casi no podíamos estar la una sin la otra, hasta que se llegó el día final de su joven vida y murió a los 18 años. Quedé desolada. La vida en ese tiempo careció de importancia para mí. Hasta que otra nueva amiga llegó. También de ella guardo excelentes recuerdos. Un día fui a buscarla para comentarle que mi novio y yo acabábamos de terminar nuestra relación. Ella, afligida por mí, me comentó que mi ex novio acababa de irse de su casa y que le había propuesto una relación de noviazgo. Me dijo que "hombres había muchos pero amigas no". Imagínense los sentimientos que tuve en esa ocasión. Nunca la olvidaré. Es de muchas maneras que sabes con quién puedes contar. Dicen que es “mejor un amigo que un peso en la bolsa”. Así es: los amigos son en las buenas y en las malas, en la riqueza o en la pobreza, en la salud y en la enfermedad. Si esto define la amistad ¿cómo deberá ser entonces la relación de un matrimonio?
Seamos siempre  amigos sinceros para quien nos necesite. Guardemos sus secretos eternamente y abramos nuestro corazón para él. Cuidemos a nuestros amigos.


                                                              (Click sobre la imagen para ampliar)