miércoles, 2 de marzo de 2011

“Pobreza y Libertad”


Para mí, la pobreza no es carecer de bienes sino  estar sujeto a ellos. Cuando no ambicionamos más de lo que necesitamos para los nuestros, estamos en nuestro derecho. Cuando trabajamos por alcanzar una comodidad para la familia, se vale. ¡Qué bueno ser una persona responsable de su familia! ¡Que bueno tener ambiciones por mejorar!
Lo que me da tristeza es ver a las personas que acumulan mucho. Ver a las personas que están angustiadas por cuidar todo lo que tienen. Hablo en sentido figurado cuando digo que los ricos son los  más pobres del mundo, porque ellos sí que tienen que preocuparse por todos los bienes que poseen. Imagínense a una persona con millones de pesos o de dólares y un montón de inversiones y propiedades. No tengo idea cómo se siente cada noche al ir a dormir. ¿Dormirá? ¿Descansará? No sé, creo que no placenteramente. Cuando las cosas o bienes nos poseen a nosotros y no nosotros a ellos, es lo que yo llamo esclavitud. Es como los alcohólicos, que el alcohol ordena y no ellos. Así las cosas, cuando nos apropiamos de ellas con tanto amor, con tanta vehemencia que el día que llegamos a perder algo, nos estamos muriendo de la depresión.
Ojalá que tomemos conciencia de lo que realmente  es la libertad. Libertad para no estar atados a ningún bien; por eso el pobre es libre, porque no tiene posesiones. Lo que no significa que no tratemos de superarnos en todos los aspectos, siempre tratando de ser justos en nuestras ambiciones.
Ma. Elena Velázquez


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