Todos, hombres y mujeres necesitamos un espacio y un tiempo para ser nosotros mismos. Es decir, que una persona, independientemente de con quién viva, necesita un respeto a su privacidad, a sus pensamientos, a sus decisiones. Vivimos con nuestra pareja y queremos que nos adivine el pensamiento, que piense igual que nosotros o que sea como nosotros somos. En una convivencia, repito, con-vivencia, vivir con (alguien), necesitamos estar conscientes de que cada quien es como es y podrá mejorar algo, pero cambiar completamente NO. Si como dicen, no va a ser como uno quiere que sea, mejor no con-vivir con nadie sino vivir solo y quererse solo; si no somos capaces de respetar los límites de otro ser, ¿para qué unirse a alguien a quien se a va a hacer infeliz?. Mejor solo que mal acompañado, dice el refrán y dice bien. El arte de ser feliz en compañía de alguien es precisamente HACER feliz a ese alguien….siempre tratando de conocerse mejor, de dialogar, de no cerrarnos o encerrarnos en el yo. De ver, de observar lo que le gusta al compañero (a), de ayudarle a crecer para crecer ambos en el amor y, así, distribuirlo generosamente a todos los que nos rodean. Siempre, desde el inicio de la humanidad, hombres y mujeres hemos sido diferentes y mucho. Nos toca a la mujer descubrir cuán diferente es nuestro hombre y respetarle sus gustos, sus opiniones, sus silencios o sus compañías. Le toca al hombre ir descubriendo las muchas y diferentes formas que tiene la mujer para decir o hacer algo, recordar que la femineidad es lo más importante para ella; sus sentimientos a flor de piel, sus gustos, sus cambios de humor, pero también, su ternura, su sexto sentido que le permite ser más sagaz y más avezada que el hombre. Apoyados el uno con el otro, llegaremos a ser la pareja perfecta. Hombres, amen a sus mujeres. Mujeres, no impacienten a sus esposos y ámenlos tal cual son.
Ma. Elena Velázquez
Ma. Elena Velázquez
Es realmente dificil acoplarse a la forma de vivir de la pareja. A mi y a mi esposo en lo personal nos tomo un poco mas de 3 años para llegar a ese punto donde nos comprendemos y nos respetamos en el aspecto de la convivencia. Es verdad todo lo que dice, es dificil pero es hermoso una vez que se logra.
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