Qué bueno que en esta nueva cultura que se destapa, las mujeres nos hagamos conscientes de lo valiosas que somos, las habilidades que tenemos, las capacidades para estudiar, para crear, para elaborar, para participar en política, en administración, en proyectos privados y públicos. Esta es una gran oportunidad. Dejemos de “cosificarnos”. No somos un mueble más en la casa. No somos el perro guardián que cuida todo el día la casa; que nos dan de comer y ya. No somos la sirvienta “gratis” de todos. Somos amas de hogar, dueñas de nuestra casa, jefes que ordenan, organizan, administran los bienes en general y esposas que anhelan sentir y corresponder cada día el cariño de su esposo y de sus hijos. Mujeres siempre, con el anhelo de sentirnos bellas por dentro y por fuera y comprendidas, amadas y aceptadas como somos. Pasemos ya a la siguiente etapa: la de nuestra independencia, sin abusar como hacen los dictadores cuando llegan al poder. Tener voz y voto, participar en las contiendas electorales y corregir el rumbo de la actual sociedad. ¿Quién si no, la mujer puede lograr lo que el hombre solo no ha podido? Se necesita el suave y enérgico manejo de la mujer. Corrijamos el rumbo, mujeres.
lunes, 9 de abril de 2012
El empoderamiento de la mujer
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