jueves, 19 de abril de 2012

La palabra convence

Y el ejemplo arrastra, dice un dicho y dice bien. Hace poco visitábamos uno de los hermosos parques de esta región.  Me sorprendió ver la gran cantidad de basura que había allí. Botellas de agua vacías que tiran los corredores, bolsas de hule de frituras, en fin, basura que no se recicla y que le hace mucho mal al parque en cuestión. Qué tristeza ver que, gente que se dedica a hacer deporte para conservarse sana, aporte su dosis letal para enfermar a la Naturaleza; ya sea que tiren ellos mismos la basura allí o, que viéndola tirada no la recojan. Esa vez afortunadamente había una campaña para recoger toda la basura. Hasta les regalaban una camiseta a las personas que colaboraran activamente. Si la humanidad supiera que toda esa basura que tiran por ahí, en lugares inapropiados, se va a las alcantarillas y de allí al río y de allí al océano, verían cuántos peces, pelícanos y otros animalitos acuáticos mueren cada día por tanto descuido.
Si nosotros en nuestra casa aconsejamos a los pequeños a poner la basura en su lugar, segurísimo que lo seguirán haciendo el resto de su vida. Si en la escuela se les aconsejan conductas semejantes, sin duda las ciudades serán cada vez más limpias. Pero no tenemos esa costumbre. Porque una cosa es decir y otra hacer, por eso se dice que la palabra convence y el ejemplo arrastra. Si todos hiciéramos lo que debemos hacer, entonces seríamos congruentes.
 ¿Qué nos cuesta por ejemplo, recoger una lata o una botella vacía qué encontremos tirada en la banqueta o en la calle? No porque sea nuestra la culpa de que esa basura esté allí, sino porque viendo los demás tal ejemplo, sin duda en un tiempo más adelante, muchos ciudadanos empiecen por recoger bolsas de plástico, botes o latas para tirarlas en el cesto de su casa. Hacerlo no nos dará un premio en la sociedad o en nuestro barrio, pero sí nos dará una satisfacción de haber cumplido con una pequeña parte, la de educar a la sociedad a la que pertenecemos y ese será nuestro premio. Aparte, será un gran beneficio para el medio ambiente, aquél que heredaremos a nuestros hijos y nietos.
Sin duda, colaborar en la conservación de nuestros parques y ríos, ayudará enormemente a la ecología de nuestras ciudades. Pasemos la voz y pongamos el ejemplo.
 

 


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