miércoles, 23 de mayo de 2012

El ir y venir de nuestra vida


A través de la vida hemos sufrido muchas contrariedades y pensamos si solo a nosotros nos va tan mal y porqué. Cuando escuchamos o vemos noticias acerca de cuánto sufrimiento hay a nuestro alrededor pensamos que de veras no estamos tan mal, que hay otros peores que nosotros. Vemos también que hay familias tan exitosas en todos los aspectos, sus hijos autosuficientes económicamente y nuestros amigos tan relajados y disfrutando sus cheques de jubilación o viviendo de sus rentas. En cambio vemos que otros amigos nuestros sufren porque las familias de sus hijos se han ido desintegrando o hay mucho abandono y separaciones. Por un lado lo bueno, lo feliz; por otro, lo malo, lo triste. ¿Algo más opuesto que esto?

Reflexionemos acerca de estas situaciones. En la vida las cosas que se nos dan son por algún motivo. Sinceramente no hay razón por la que no estemos como estamos: pobres o ricos, enfermos o sanos, tristes o felices. ¿Sabemos el pasado o el futuro de esas brillantes familias o si un día no se apagará su buena estrella? Al igual ¿conocemos si el sufrimiento de nuestros amigos en desgracia valdrá la pena en un futuro no muy lejano? Ubiquémonos: a todos los que respiramos todavía nos ha tocado vivir en este siglo lleno de sorpresas, agradables y desagradables. Lo malo no es para siempre y lo bueno tampoco. Afrontemos los riesgos que nos tocan sin pesimismos, como dicen “agarrar al toro por los cuernos” sabiendo que no hay mal que dure 100 años y cuidémonos unos a otros. Ojalá que fuera como en el siglo I d. C. cuando todo era de todos. La bondad y la solidaridad se contagian al igual que la soberbia y el egoísmo. Transmitamos un pensamiento de bondad a cualquier persona que se nos atraviese. Eso acarreará buenas vibras que se nos regresarán multiplicadas.



                            

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por leer estas reflexiones personales y por tus comentarios.