miércoles, 25 de abril de 2012

Otra vez el amor...................




 Hace ya algunos años, exhibieron una película con Brad Pitt y Anthony Hopkins que se llamó  “Meet Joe Black” y últimamente  la siguen pasando en la televisión. La trama  es acerca de nuestra amiga de siempre, la Muerte (Brad Pitt) que llega para llevarse a un acaudalado empresario (Hopkins). Para los que no la han visto, sería bueno que lo hicieran. Tiene un mensaje excepcional. En esta trama, el rico empresario convence a la Muerte de que le dé un poco de tiempo, una semana al menos; ésta acepta pero en el inter, se enamora de la hija del empresario y ella a su vez, se enamora del personaje físico que representa a la Muerte. Es, una vez más, una historia de amor.

Esta historia nos coloca en dos situaciones muy relevantes: lo temporal que somos y el amor que todo lo supera. Somos tan olvidadizos que creemos que somos inmortales. Podemos estar rodeados de mil comodidades y gozar de perfecta salud y en un instante somos polvo de nuevo, desde el simple obrero hasta el más acauladado empresario ¿qué queda? El amor traducido en obras. No basta decir “te amo”: hay que demostrarlo. ¿Cuál es nuestra escala de valores?

El mundo es maravilloso si lo vemos a la luz del amor, de la confianza, de la sinceridad, de la comprensión, de la tolerancia y de la honestidad. Y una vez más: el dinero no lo es todo. Que la palabra AMOR no sea solo un concepto utópico. Carguemos nuestras pilas en la fuente del amor y vayamos con todos nuestros voltios cargados de energía a repartirlo entre los más necesitados, empezando por nuestra familia.

jueves, 19 de abril de 2012

La palabra convence

Y el ejemplo arrastra, dice un dicho y dice bien. Hace poco visitábamos uno de los hermosos parques de esta región.  Me sorprendió ver la gran cantidad de basura que había allí. Botellas de agua vacías que tiran los corredores, bolsas de hule de frituras, en fin, basura que no se recicla y que le hace mucho mal al parque en cuestión. Qué tristeza ver que, gente que se dedica a hacer deporte para conservarse sana, aporte su dosis letal para enfermar a la Naturaleza; ya sea que tiren ellos mismos la basura allí o, que viéndola tirada no la recojan. Esa vez afortunadamente había una campaña para recoger toda la basura. Hasta les regalaban una camiseta a las personas que colaboraran activamente. Si la humanidad supiera que toda esa basura que tiran por ahí, en lugares inapropiados, se va a las alcantarillas y de allí al río y de allí al océano, verían cuántos peces, pelícanos y otros animalitos acuáticos mueren cada día por tanto descuido.
Si nosotros en nuestra casa aconsejamos a los pequeños a poner la basura en su lugar, segurísimo que lo seguirán haciendo el resto de su vida. Si en la escuela se les aconsejan conductas semejantes, sin duda las ciudades serán cada vez más limpias. Pero no tenemos esa costumbre. Porque una cosa es decir y otra hacer, por eso se dice que la palabra convence y el ejemplo arrastra. Si todos hiciéramos lo que debemos hacer, entonces seríamos congruentes.
 ¿Qué nos cuesta por ejemplo, recoger una lata o una botella vacía qué encontremos tirada en la banqueta o en la calle? No porque sea nuestra la culpa de que esa basura esté allí, sino porque viendo los demás tal ejemplo, sin duda en un tiempo más adelante, muchos ciudadanos empiecen por recoger bolsas de plástico, botes o latas para tirarlas en el cesto de su casa. Hacerlo no nos dará un premio en la sociedad o en nuestro barrio, pero sí nos dará una satisfacción de haber cumplido con una pequeña parte, la de educar a la sociedad a la que pertenecemos y ese será nuestro premio. Aparte, será un gran beneficio para el medio ambiente, aquél que heredaremos a nuestros hijos y nietos.
Sin duda, colaborar en la conservación de nuestros parques y ríos, ayudará enormemente a la ecología de nuestras ciudades. Pasemos la voz y pongamos el ejemplo.
 

 


jueves, 12 de abril de 2012

Confesión de un hombre

                                                         



En busca del placer, me olvidé de vivir. Buscaba yo la felicidad perfecta. Ser rico, estar saludable y tener mil amores. Y a eso me dediqué. Busqué las muchachas más bellas, más inocentes. Las engañé. Procreé ¿cuántos hijos? No lo sé. Solo sé que las abandoné cuando me enteraba de su embarazoso estado. Tuve miedo por instantes, pero luego lo olvidé. Busqué otra y otra. Al fin encontré una que me negó todo contacto sensual y con esa me quedé. Al principio fui fiel pero como todo, me cansé. Me sentía frenético siendo infiel; aquella sensación de hacer lo prohibido me resultaba agradable y no podía parar. Cuando mi esposa me confrontaba, yo negaba todo. Luego me volví cínico y le dije que si me quería así, bien, si no, nos divorciaríamos. Recuerdo que lloró mucho; lloró sin parar, pero mi corazón no se ablandó. Dejé mi casa y a mis 3 hijos. Cohabité con otras mujeres, pero todas finalmente, me aburrieron. Trabajaba día y noche, siempre satisfaciendo mis gustos. Derroché todo y no guardé nada. Hoy, estoy solo, viejo y cansado. Siento que nadie me quiere. Pero ¿qué mal les he hecho yo? Será que¿me olvidé de vivir? ¿En qué estuve mal? ¿Alguien me puede decir? 

¿Será que este caballero no pensó más que en sí mismo? ¿Qué vivió sin importar cuánto sufrimiento dejaba atrás? (Pedro Páramo se quedó corto) ¿Hijos bastardos, cuántos? ¡Cuánto resentimiento acumulado contra él a través de todos esos años debió haber tenido! Y sus amigos ¿lo aplaudirían por sus aventuras o serían igual que él?

¿Tenemos como sociedad alguna responsabilidad en esto? ¿El sexo lo es todo?

¡Reflexionemos amigos!.

lunes, 9 de abril de 2012

El empoderamiento de la mujer


 ¿De qué se trata esto? Parece ser  algo así como prepotencia, abuso de poder, control absoluto de la mujer, en fin, suena como algo así. No. Se trata de hacer entender a la mujer que no necesariamente debe depender del hombre, sino que se independice en todos los aspectos; que comprenda que tiene tanto valor humano como él y que puede realizarse plenamente como mujer con o sin él; que puede lograr lo que se proponga y que tiene las mismas capacidades que él, más intelectuales que físicas obviamente, aunque el hecho de dar la vida a otro ser humano es un privilegio único para ella, pero en los demás aspectos la mujer peleará por ocupar un lugar igual que el hombre en todos los aspectos de la vida pública. Esto es lo que se pretende y a eso se le llama Empoderamiento. Una nueva inciativa que debemos apoyar.
Qué bueno que en esta nueva cultura que se destapa, las mujeres nos hagamos conscientes de lo valiosas que somos, las habilidades que tenemos, las capacidades para estudiar, para crear, para elaborar, para participar en política, en administración, en proyectos privados y públicos. Esta es una gran oportunidad. Dejemos de “cosificarnos”. No somos un mueble más en la casa. No somos el perro guardián que cuida todo el día la casa; que nos dan de comer y ya. No somos la sirvienta “gratis” de todos. Somos amas de hogar, dueñas de nuestra casa, jefes que ordenan, organizan, administran los bienes en general y esposas que anhelan sentir y corresponder cada día el cariño de su esposo y de sus hijos. Mujeres siempre, con el anhelo de sentirnos bellas por dentro y por fuera y comprendidas, amadas y aceptadas como somos. Pasemos ya a la siguiente etapa: la de nuestra independencia, sin abusar como hacen los dictadores cuando llegan al poder. Tener voz y voto, participar en las contiendas electorales y corregir el rumbo de la actual sociedad. ¿Quién si no, la mujer puede lograr lo que el hombre solo no ha podido? Se necesita el suave y enérgico manejo de la mujer. Corrijamos el rumbo, mujeres.