jueves, 28 de noviembre de 2013

Los escépticos





Recientemente se han estado produciendo series televisivas de terror, de muertos que caminan, de fantasmas, en fin, de cosas relacionadas con lo paranormal, es decir, lo que va más allá de lo normal. Y bueno….a nosotros nos gusta asustarnos porque eso nos divierte. Y vemos las películas con escepticismo e incredulidad y aunque disfrutamos el momento, no dejamos de tener “miedito” a las horas de la noche. No creemos en nada ya….somos escépticos. Necesitamos “ver para creer”.

Los suicidios, los secuestros, las violaciones, los crímenes, las adicciones son eso precisamente: algo que no es normal. Esos horrores que padecen las víctimas y que son causados por los “poseídos” por el mal, son consecuencia de la incredulidad de la mayoría de nosotros. Si hoy bajara Jesucristo del cielo, sin duda lo televisarían al momento, le pedirían un análisis de su ADN y la NASA enviaría a sus científicos más renombrados, ¿para qué? Para comprobar que El es el hijo de Dios y como tal debe poseer un sinfín de cualidades prodigiosas que le permiten realizar milagros…y luego…. ¡quién sabe qué sería del pobre! Aunque resucitara a un muerto no creeríamos en El. ¿Por qué somos así? Somos escépticos o incrédulos por naturaleza o más bien, por nuestra mala naturaleza corrompida por voluntad propia. Si la maldad fuera tan sólo “un concepto” y no una realidad tangible, no habría problema…pero no lo es. Ojalá lo fuera para que “a la hora de la hora” no nos tiemblen las piernitas…..y entonces creamos que la maldad sí existe y está presente donde se le solicite.

Qué bueno sería que los productores de películas o series para televisión opten también por hacer algo en beneficio de la gente…..que muevan los corazones, que al ver esas películas queramos, al final de ellas, ser más buenos, más generosos, más leales, más justos. Dejemos el escepticismo y creamos en lo bueno y en lo malo también.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Desde mi punto de vista............




Han sido tantos y tan diversos los lugares donde he vivido, que podría decir que soy hija de esta patria….o que mi hogar es el planeta Tierra. Y sí, la Tierra es el lugar donde vivimos los que nos llamamos humanos, aunque pareciera que no es así. Nos fue regalado este grande y maravilloso mundo para que lo habitáramos y lo compartiéramos, pero nunca lo entendimos así. Pensamos que hemos trabajado mucho para conseguir lo que ahora es nuestro. Y que a los demás no les ha costado mucho sacrificio hacerse de algunas herencias o de algunos negocios prósperos….quizá por eso defendemos “como perros” nuestras propiedades.

Igual es cuando pensamos y hacemos cosas que creemos son buenas y productivas, o cuando nos enojamos porque otros pasan por sobre nuestra manera de pensar y de sentir. Esto me recuerda la frase de “mirar sólo la paja en el ojo ajeno”…….es decir, no ver nuestros errores y defectos, sino solo los de los demás. Es muy difícil mirar hacia adentro. No tenemos ojos interiores ¿o sí?.......Me ha tocado en suerte ver muchas injusticias gracias a esto precisamente. Cada quien piensa que tiene la razón y defiende su particular punto de vista….lo demás no importa. Y juzgamos duramente a los que de veras tienen la razón, porque así nos conviene. Porque solo lo nuestro importa, nada más. ¿Por qué somos así?

He  visto cómo muchachitos de tan sólo 15 ó 16 años han golpeado brutalmente a policías que cumplían su deber de salvaguardar la seguridad del público…..¿es que sólo ellos tienen derechos? ¿Y los policías, no son humanos? Ellos también tienen familia, chicos en edad escolar y trabajan por el pan diario. Pero estos bárbaros juveniles se amparan bajo las multitudes que protestan, quizá por una causa justa, eso no lo sé. Gente que está enojada o frustrada o limitada económicamente…gente que desquita su coraje golpeando a los que representan la autoridad. No les gusta que les digan qué hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo…..pero no se han dado cuenta que son unos niños (socialmente hablando) y que a los niños se les debe conducir de la mano. Si fueran adultos y adultos conscientes, no habría necesidad de tanto policía en esas manifestaciones.

Por esto, desde mi particular punto de vista, urge que nos comuniquemos con nuestros jóvenes. No dejemos para mañana lo que podemos hacer hoy.

martes, 12 de noviembre de 2013

En familia con los nietos





Dado que soy abuela desde hace rato, me atrevo a comentar algunas de las cosas que me han pasado. Cuando mis primeros nietos aparecieron en la escena de la vida, nos sentimos rejuvenecidos y realizados. Pensamos que ya todo estaba hecho y que solo nos restaba cuidarlos de vez en cuando, quererlos mucho y mimarlos. Nunca sabe uno las vueltas que da la vida y no sabes si tienes que volver a practicar las peripecias de cambiar pañales, de arrullar bebés, de desvelarte, de dar consejos sobre cómo quitarle los cólicos a los recién nacidos y un montón de cosas más que la nueva mamá desconoce. Tampoco sabes si algún día no muy lejano te tocará quedarte con ellos un fin de semana, unos meses, unos años o el resto de tu vida; obviamente de tu vida, no de la de ellos.

He conocido y tengo amistad con algunas personas de mi edad que son también abuelas como yo. Algunas cuidan a sus nietos noche y día porque la hija se divorció y el papá ni sus luces. Otras se ocupan de ellos toda la semana porque los papás trabajan y no hay dinero suficiente para pagar a alguien que los cuide. Otras abuelas más afortunadas reciben la visita de sus nietos el fin de semana y allá va el abuelo a comprarles sus golosinas favoritas. En fin, nietos van, nietos vienen y nosotros nunca dejamos de preocuparnos por todos ellos. Algunos crecen con un buen recuerdo de los abuelos, otros no tanto.

Sin embargo, creo que a pesar de todo lo que hagamos por ellos, nunca nos agradecerán lo suficiente. Y jamás debemos esperar agradecimiento de su parte, porque pienso que así también fuimos nosotros con nuestros abuelos. No desagradecidos pero sí olvidadizos. Pensamos que ellos tenían la obligación de cuidarnos, de mimarnos, de pasearnos o de comprarnos cosas. Que tenían también la obligación de autorizarnos a hacer aquellas cosas que nuestros padres no nos permitían hacer. Lo que sí debemos tener presente es qué clase de recuerdo deseamos que nuestros nietos guarden respecto de nosotros. Respetar las reglas que les establezcan sus padres, nuestros hijos, y hacerles sentir que los amamos, sencillamente porque son nuestros nietos.

 

lunes, 4 de noviembre de 2013

Un instante.....para una vida


                                                                



Pensar, pensar, pensar y decidir. Los jóvenes de hoy no miran el futuro inmediato que tienen ante sus ojos, cuando se trata de disfrutar del placer del momento que les dan las relaciones íntimas y amparados bajo las sombras de la noche.

¡Cuántas madres solteras nos encontramos a diario! En cuyo caso, ellas eligieron bien al dar la vida a aquellos seres inocentes que ninguna culpa tienen de la inconsciencia de sus padres. De otro modo serían partícipes del delito de aborto…..lo que yo llamaría “asesinato”; cruel realidad, pero verdadera y terrible. Sin embargo, quienes lo han practicado, siguen como si nada, tranquilos porque se quitaron un peso de encima. ¿Por miedo quizá? Miedo a ser juzgados por su familia o por la sociedad. Chicos y chicas que dejaron toda la responsabilidad de la paternidad en un preservativo. O quizá, miedo a interrumpir los estudios, o a tener que hacerse cargo de esa nueva personita, hijo de alguien no muy adecuado a su nivel socio-económico.

¿Es demasiado valioso este instante para decir NO a un acto irresponsable? Si. Es muy valioso. Es decidir por toda una vida. Una vida ajena que se ha creado y que debería crearse por amor y solo por eso. Gestar una vida humana no es cualquier cosa…..interrumpir esa vida, es un crimen. Somos seres humanos y dotados desde nuestra concepción de carne, mente y espíritu. Lo que se crea no debe destruirse como si fuese una tabla, un papel, un bote, un objeto. Sin embargo, nadie hace nada. Los promotores de la modernidad insisten que todo lo sexual es natural y ¡claro que lo es!, pero a su debido tiempo y con su debida preparación. No es posible que los chicos de Secundaria ya estén ansiosos por saber lo que una persona madura conoce acerca del sexo y su práctica. Al contrario de lo que debería ser, ahora los padres de familia deben ya abordar el tema de la sexualidad, conscientes de que si ellos no lo hacen, vendrá otro nada confiable y lo hará. Este tema tan trillado debería ser pensado muchas veces y decidir qué vamos a hacer para detener tanto aborto. Estar a favor de la vida y saber que en un instante, podemos iniciarla o terminar con ella. Por favor........pensar antes de..........y decidir con responsabilidad.