lunes, 20 de mayo de 2013

¿Qué tan fácil es la vida?


Cuando somos niños, no nos preocupa dónde vamos a dormir o cómo vamos a pagar nuestras deudas; sin duda eso es cosa de adultos. Aunque ahora existe tanta pobreza en nuestro país que ya los niños no son sino niños-adultos preocupados por su futuro inmediato que es: dónde dormir, qué comer, dónde vivir. Quizá la vida es fácil para el que lo tiene todo, materialmente hablando, aunque somos tan necios que nunca llenaremos de tener y tener y por tal motivo, la razón de ser felices en nuestra existencia es y será siempre difícil. 

Es fácil hablar de ser felices cuando se tiene el estómago lleno y cuando se tiene la vida resuelta, a pesar de los problemas cotidianos a los que nos enfrentamos diariamente. Es difícil serlo cuando se tiene qué pensar en conseguir trabajo, en resolver un asunto pendiente de la familia o de la pareja, en conseguir la salud para que nuestro pariente sane, en arreglar aquel problemón con los parientes mismos o con los compañeros de trabajo, en fin, es difícil la vida cuando no encontramos el apoyo necesario para salir adelante. Y a veces no se necesita dinero para solucionar aquel problema, sino solo un consejo o un apoyo moral, un estímulo, unas palabras de consuelo, una demostración afectiva  o cariñosa de los que nos rodean. ¡Cuánta gente alrededor nuestro siente que la vida es tan difícil! Y no nos damos cuenta porque estamos enfrascados en nuestro propio mundo y nos enteramos demasiado tarde de que un amigo se suicidó, de que fulanito se quitó la vida por culpa de “aquella mujer”; de que el vecino se envenenó o se ahorcó porque no tenía dinero para pagar el recibo de luz….y ¿??????? Sentimos que eso no nos atañe. Si nuestro corazón fuera de carne sentiríamos que todo ser humano es hermano y que como tal, debemos interesarnos por “sus” cosas. ¡Y qué! No se queda uno pobre por ayudar a alguien económicamente. No se queda uno completamente desanimado por alentar a otro que está deprimido. Necesitamos prestar atención y cooperar para que la vida sea fácil, para todos, no solo para nosotros. Esa es nuestra obligación.

jueves, 16 de mayo de 2013

¿Qué te pasa, mujer?


                                         


Estoy segura que muchas de las historias que he relatado, se asemejan a la vida de algunas de nosotras. Pareciera que alguna me hubiera contado su vida y yo la he narrado aquí. Pero no. Simplemente sucede que casi todo lo nuestro se parece, al igual que con los sucesos de los varones. Algunos enfrentamos problemas emocionales, morales o psicológicos que hemos resuelto satisfactoriamente, otros no. Pero precisamente por esto, es que las situaciones problemáticas que hemos vivido, deben comentarse, a fin de ayudarnos unos a otros.

Este es un espacio abierto para el mejoramiento integral de personas de buena voluntad. Por lo mismo, se aceptan toda clase de comentarios. Es necesario que abramos nuestro corazón tan lleno de cosas positivas para alejar toda la negatividad que nos rodea y nos alcanza, nos desanima y va destruyendo nuestra auto estima. Precisamente refiriéndonos a este mismo tema, comentábamos con tristeza, cuántas mujeres se habitúan al mal trato, a ser humilladas, a ser ignoradas o golpeadas físicamente. Finalmente estas mujeres, pierden su valor por sí mismas y se consideran objeto de servicio y justifican todos los golpes recibidos……sienten que todo eso se merecen, aunque aún no saben por qué. Hay mujeres que han sido golpeadas desde recién casadas (para que entiendan quién es el que manda en la casa); mujeres que el esposo o su pareja las encierra en el baño de su casa para golpearlas a gusto y que los hijos no se den cuenta (no sea que piensen mal de su papá); mujeres que por tener 3 ó más hijos no pueden salir a trabajar y cada día deben pedir dinero para la comida y hasta para 1 kilo de tortillas. ¿Por qué? Para que no se le olvide quién es el que trae el dinero a la casa. Total, el que “trabaja” es el marido ¿y la mujer? ¡Ella no trabaja! O ¡Ella no produce!......eso es lo que se piensa. Lavar la ropa, plancharla, asear la casa, hacer la comida, lavar los platos, etc., etc., ¡oh no! ¡eso no es trabajo! Y ya bien cansada, seguir con las obligaciones propias de mujer de su marido por las noches.
 Mujeres ¡despierten!  Llénense de valor y con toda la inteligencia y sagacidad que les caracteriza, organicen su vida y la de su familia. Véanse al espejo y miren cuánta belleza ha creado Dios al hacerlas perfectas, no permitan que las destruyan. Su amor, su creatividad y su sensibilidad es lo que caracteriza a la mujer de todos los tiempos.

miércoles, 8 de mayo de 2013

Dolores que matan


                                                        


Me refiero a los dolores sentimentales, a esos que casi te matan y que sientes que te desgarran el alma. ¿Cuándo y por qué sucede esto? Suceden cuando alguna persona a la que amas, te hace a un lado sea por el motivo que sea. Cuando el ser amado ya no regresa a tu lado, cuando está contigo en cuerpo pero no con el alma, cuando ves en sus ojos algo parecido a la indiferencia o al odio, cuando lo ves con otra persona comportándose como te gustaría que se portara contigo y cuando sabes que lo has perdido para siempre.

Hay muchas maneras de ir superando el dolor que todo esto te causa, pero sin duda, la mejor es el tiempo. El tiempo lo cura todo y si no lo cura, la tierra lo hará. Sin duda, al morir ya todo se olvidará. Pero ¿habrá necesidad de morirse para curar esta herida? Hay muchos casos parecidos….algunos terminan en divorcio, otros en abandono simplemente. No hay necesidad de obsesionarse con nadie, total, ni son los únicos en el mundo, ni los mejores. Siempre habrá alguien mejor esperando por ti. Quizá tu pareja no supo valorarte, no supo apreciar tus cualidades ni virtudes. Quizá no supo escucharte o darte tu espacio, el que todo ser humano necesita. Quizá fue demasiado absorbente, demasiado posesivo, demasiado exigente o quizá demasiado cerrado. En el mundo hay toda clase de personas y es difícil muchas veces, atinarle al tipo de persona que es la adecuada para uno. A veces esta persona es muy extrovertida y alegre con todos, menos contigo; o si no, es muy atento, jovial, agradable y conquistador pero no contigo. Le gusta bailar, pero no contigo. Le gusta trasnochar pero no contigo. Así…¿para qué es tu compañero? Comparte su vida, con todos menos contigo.

Parece que hubiera una clara invitación a la separación, pero la verdad es que a veces, ni ellos mismos se han dado cuenta que están a punto de terminar una hermosa relación por falta de comunicación. Sin faltas de respeto, sin recriminaciones, solo hablar como antes, cuando todavía no vivían juntos. Las cosas pequeñas terminan por hacerse grandes cuando solo imaginamos cosas, cuando nos guardamos resentimientos, cuando no hablamos con claridad. ¿Qué necesidad de romper con el amor de tu vida? Lucha por él. Piensa y actúa. El amor lo es todo.