viernes, 15 de abril de 2011

Mujer....¡Recapacita!

 Muchas, muchas veces he escuchado de labios de alguna amiga….”es que no puedo, me ha herido demasiado, no puedo perdonar”.
¿Por qué siempre estamos al pendiente de lo que hace o dice nuestra pareja? Sobre todo, estamos al pendiente de que diga algo que nos ofenda, o de que no voltee a ver a alguna otra mujer, o de cómo le habla a alguien más. ¿No se le llama a eso "obsesión”? ¿Por qué no confiar en la persona que amamos?¿Por qué siempre andamos en busca de “la otra”? ¿Por qué buscamos el menor indicio de engaño? Los celos son una enfermedad que hay que controlar, como también el ser posesivas. Pero este tema lo trataremos después.
Hay que dejar de creer en las historias de las telenovelas. Muchas parejas han terminado  su relación en divorcio por culpa de ellas o por creer las historias de ciertos escritores. No tengo nada en contra de ellos, viven de eso. Pero sí es muy importante que quienes leen esas novelas o ven esas telenovelas, tengan un criterio maduro para juzgar y no tratar de aplicarlo a sus propias vidas.
Cada cabeza es un mundo. Así que dejemos que cada quien arregle su propia vida según las circunstancias de cada quien y no imitar lo que vemos o escuchamos de la amiga, vecina, comadre o artista. Debemos valorar lo que tenemos y no sólo ver los defectos o los errores de lo demás. Poner en una balanza nuestra vida en común y ver si vale la pena alejar a ese hombre de nuestra vida. Deja de buscar, no sea que encuentres algo que no te guste. Saber catalogar nuestra vida y nuestros actos nos ayuda a ser responsables de nuestra propia felicidad. Mujer, por favor ¡piensa antes de hablar! ¡Piensa antes de actuar y juzgar! Vale la pena tomarse un poco de tiempo siendo sensatas, que echar a perder el resto de nuestras vidas por estar imaginándonos cosas que no son. Espera a tener una conversación antes de empezar a pelear, escucha antes de juzgar y no te quejes todos los días de falta de atención, cuando en realidad él hace lo que puede para sacar adelante los problemas económicos de tu hogar. No quieras ser la actriz mala que siempre se sale con la suya y hace infeliz a todo mundo. Déjate querer. Que tu problema no sea imitar a las artistas de las novelas, ni seguir un consejo que tal vez no te convenga aplicar en tu caso. ¿Amas a tu marido? Guíate por el amor, esa es una fuente segura. Respétalo y comparte tu amor y tu comprensión con él. Aclara tus dudas y pon punto final a tus angustias. 
Te invito a pensar.

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