sábado, 30 de mayo de 2015

Un vaso medio lleno........o ¿medio vacío?

Muchas veces no valoramos lo que tenemos…como siempre. Nos damos cuenta a veces, hasta que es demasiado tarde. Buscamos la perfección en la amistad, en el amor, en la comprensión, en la aceptación. Buscamos tener todo lo necesario y lo no necesario también (por si acaso)…..trabajamos arduamente para tener más y más, para que no nos falte  “lo necesario” nos excusamos, pero atesoramos para 10 ó más años, para nosotros, para nuestros hijos, para que “no sufran lo que nosotros”. Ni siquiera los dejamos que sepan lo que es sentir hambre o dolor. La verdad amigos, somos un reflejo de avaricia y soberbia, de egoísmo y vanidad, de envidia y pereza. Si alguien nos dijera: “Prepárate porque te vas a morir mañana”…¿qué haríamos?
De verdad que no valoramos lo que tenemos. Escuchaba esta tarde a un amigo mío hablar sobre la urgente necesidad que tenemos de hacer conciencia o de despertar la conciencia…pero ¿cómo? Pensaba yo. Aunque nos gritara todo el mundo: “Valora lo que tienes” no lo que no tienes…….¿Haríamos algo este día? ¿Empezaríamos hoy?. Porque es urgentísimo  hacer algo al respecto: El estrés, las enfermedades, la violencia, la inseguridad, la desconfianza, la envidia, la descortesía, la corrupción, ¿no son todo eso síntomas de una muy grave enfermedad humana? ¡Claro que sí! Y muy grave, tan grave que de continuar así, la dignidad humana se perderá, el orden de la sociedad y el respeto a los derechos más elementales, desaparecerán. Será el principio de un caos mundial. Quizá ya no estemos aquí cuando eso suceda, pero ¿nos importa? Debe de importarnos, porque los hijos de nuestros hijos heredarán todo este desastre.
Valorar lo que tenemos: salud, cariño, comprensión, confianza, honradez, lealtad, veracidad y capacidad para entender que la vida es para vivirla día a día, momento a momento. Cada segundo es importante….¡Reflexiona!



viernes, 8 de mayo de 2015

METAMORFOSIS

Es sorprendente cómo se desarrolla la metamorfosis de la mariposa. Un delicado e indefenso insecto que nos maravilla con sus colores. Quizá el contemplar algunas mariposas, fue que estuve reflexionando en el hecho de la semejanza que tiene con nosotros los humanos. Estoy refiriéndome a comparaciones en sentido figurado, no literal.
¿Acaso no somos los hombres y mujeres de todos los tiempos, unas personas que vivimos encerrados en un capullo por años y años sin término, bueno, sólo hasta morir, que nos damos cuenta que pudimos ser una hermosa criatura espiritual? Podemos crecer física, psicológica y  espiritualmente. ¿Pero de qué nos serviría crecer en un solo aspecto? Somos carne y hueso, pero tenemos mente y espíritu. Así lo creo firmemente. Podemos desarrollarnos y crecer y estar muy bien de salud. Podemos alimentar nuestra mente con verdades y valores que nos mantendrán en equilibrio sano. Pero, ¿Cómo nutrir el espíritu? Casi nunca me he referido a la parte espiritual porque me gusta respetar todas las ideologías. Afortunadamente para mí, tenemos acceso a la libre expresión y me es agradable compartirles mis ideas, ideas al fin y al cabo, religiosas.

Me atrae sobremanera saber que al morir mi cuerpo, mi alma permanecerá viva y seré inmensamente feliz, al lado del Ser que me creó: Dios. Pero decir esto es fácil; ser congruente es difícil. Puedo leer la Biblia de corridito, o aprenderla toda de memoria, pero si no sé interpretarla, si no sé adaptarla al momento actual, si no me sirve de guía, de apoyo, de consuelo, ¿de qué me servirá? Puedo inclusive hacer todo esto pero, si no lo aplico a mi vida diaria, ¿qué caso tiene? Puedo mantener mi cuerpo esbelto y bello, sano y vigoroso y ¿qué será de él al final? Puedo ser una mariposa en metamorfosis, puedo cambiar. Empezar a salir de la crisálida o capullo y ser libre, volar en busca de verdades absolutas, de valores y principios básicos, puedo compartirles con mi testimonio, mi alegría de vivir también espiritualmente, alimentando todas las funciones y capacidades que Dios me regaló. ¡Los invito pues, a ser personas en metamorfosis constante!