Como
todo, la tecnología tiene su aspecto positivo y negativo. Positivo, cuando nos
beneficia en todos los aspectos, tanto económica -en lo que se refiere a ahorro
de tiempo y esfuerzo- como culturalmente. Y aunque las personas maduras se
nieguen en un principio a reconocer los beneficios que todo esto implica,
finalmente aceptan que lo moderno se abre paso hacia un mejor futuro.
Pero
también hay que admitir lo negativo de algunos aparatos electrónicos. Está bien
que la meta principal de los creadores de la nueva y pujante tecnología haya
sido en un principio establecer una red de comunicación oral, al principio,
luego escrita, pero luego, su posición económica varió de término medio a muy
alto y entonces idearon otro y otro y otro tipo de dispositivos, ya no con la
idea de ayudar en un sistema de comunicación interpersonal, sino con otras
miras más beneficiosas para ellos. Esto se convirtió en un ensimismamiento cada
vez más y más creciente, hasta convertirse en un mundo privado para cada
persona, mundo que se hace público a partir de ingresar en un determinado
espacio compartido. Pero lo negativo no es estar tecleando y tecleando a 100
por hora o por minuto un sinfín de palabras en una constante comunicación con
alguien más….es ignorar por completo el mundo real que nos rodea, a tal grado,
que los conductores escriben o “textean” aún cuando van conduciendo un
vehículo. También se da el caso en donde las familias están tan metidas en su
mundo de juguete, que poco o casi nada se escucha a la hora de la comida;
pareciera que nadie allí se conoce, que todos son extraños….e inclusive se “comunican”
pero de manera escrita.
Qué
bueno que la tecnología nos ayude, pero como todo…los extremos no son buenos.
No depender por completo de esos aparatos. No enviciarnos con ellos a tal grado
que olvidamos que vamos manejando, que estamos comiendo, que vivimos en una
sociedad de hombres, no de máquinas. Irnos quitando poco a poco ese mal hábito
de estar viendo cada segundo el aparatito para ver si somos requeridos…¿qué nos
pasa? Salgamos ya de estas trampas engañosas que una telaraña nos tendió y
usemos nuestro propio ingenio. No sigamos atrapados en la red.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por leer estas reflexiones personales y por tus comentarios.