viernes, 22 de junio de 2012

Mi familia

Nunca es tarde para corregir nuestros errores o, a veces para empezar algo que no hemos hecho todavía. Existe gente madura que a los 50 años está estudiando una carrera profesional y, muchos se preguntarán: ¿para qué lo hace? Nadie sabe, ni ellos mismos, si van a vivir lo suficiente para practicar su profesión o si la terminarán antes de morir. Pero hay que admirar a esa gente y  admirarla por su optimismo y su valor; porque no es fácil retener en la memoria párrafos completos o ecuaciones o páginas enteras de libros que se tienen que estudiar y menos a esa edad. Lo importante es la constancia y la voluntad .
 Mi hermana mayor murió a los 39 años por un cáncer y en ese tiempo ella estaba regularizando sus materias escolares para recibirse de maestra ya que no tenía la Normal básica indispensable para ejercer esa carrera. Ella fue un ejemplo de constancia y perseverancia porque a pesar de estar gravísima, pudo ir a recoger su certificado donde constaba que su carrera estaba terminada. Ella sabía de antemano que moriría y que no podría ejercer, pero quería que en su lápida dijera “Profesora” y quince días antes de morir lo logró. Siempre dijo que había que superarnos; nunca conformarnos con lo que éramos o con lo que teníamos. Siempre debíamos aspirar a lo más alto. Lo que más recuerdo de ella es que estaba llena de amor para todos.
 Lo mismo recuerdo de mi papá. Fue una persona que a pesar de su timidez, fue grande y grande en lo moral y en lo espiritual; no sólo fue buen padre, también fue un gran músico, creador, compositor y arreglista. Siempre se actualizaba en ese sentido. Yo me sorprendía de que un adulto como él, de 50 años en ese tiempo, hiciera arreglos musicales , partituras de Twist para que los jóvenes , también de ese tiempo, bailaran. Se pasaba horas y horas escribiendo signos musicales que sólo él entendía. Compuso versos muy hermosos para su nativa ciudad y música agradable para su comunidad; himnos, corridos y baladas muy bien hechos, pero hasta la fecha, sus obras, su esfuerzo y su gran amor por esa ciudad no le han sido reconocidos. Sin embargo, su grandeza y su sencillez perdurarán´para los que convivimos con él. Fueron tiempos muy hermosos que se deben valorar.
Gracias a esa constancia, a esa determinación por superarse es que lograron lo que querían. Realmente son un ejemplo de vida esta clase de personas. Es bueno pertenecer a una familia así.


                                                     







No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Gracias por leer estas reflexiones personales y por tus comentarios.