sábado, 5 de julio de 2014

Atrapados............en la red


Como todo, la tecnología tiene su aspecto positivo y negativo. Positivo, cuando nos beneficia en todos los aspectos, tanto económica -en lo que se refiere a ahorro de tiempo y esfuerzo- como culturalmente. Y aunque las personas maduras se nieguen en un principio a reconocer los beneficios que todo esto implica, finalmente aceptan que lo moderno se abre paso hacia un mejor futuro.

Pero también hay que admitir lo negativo de algunos aparatos electrónicos. Está bien que la meta principal de los creadores de la nueva y pujante tecnología haya sido en un principio establecer una red de comunicación oral, al principio, luego escrita, pero luego, su posición económica varió de término medio a muy alto y entonces idearon otro y otro y otro tipo de dispositivos, ya no con la idea de ayudar en un sistema de comunicación interpersonal, sino con otras miras más beneficiosas para ellos. Esto se convirtió en un ensimismamiento cada vez más y más creciente, hasta convertirse en un mundo privado para cada persona, mundo que se hace público a partir de ingresar en un determinado espacio compartido. Pero lo negativo no es estar tecleando y tecleando a 100 por hora o por minuto un sinfín de palabras en una constante comunicación con alguien más….es ignorar por completo el mundo real que nos rodea, a tal grado, que los conductores escriben o “textean” aún cuando van conduciendo un vehículo. También se da el caso en donde las familias están tan metidas en su mundo de juguete, que poco o casi nada se escucha a la hora de la comida; pareciera que nadie allí se conoce, que todos son extraños….e inclusive se “comunican” pero de manera escrita.

Qué bueno que la tecnología nos ayude, pero como todo…los extremos no son buenos. No depender por completo de esos aparatos. No enviciarnos con ellos a tal grado que olvidamos que vamos manejando, que estamos comiendo, que vivimos en una sociedad de hombres, no de máquinas. Irnos quitando poco a poco ese mal hábito de estar viendo cada segundo el aparatito para ver si somos requeridos…¿qué nos pasa? Salgamos ya de estas trampas engañosas que una telaraña nos tendió y usemos nuestro propio ingenio. No sigamos atrapados en la red.