martes, 3 de junio de 2014

Los papás indispensables


Quien sabe cuántos de nosotros crecimos con todas las comodidades necesarias…y cuántos de nosotros apenas sí tuvimos lo indispensable para sobrevivir. Muchos aprendimos a trabajar por el ejemplo de nuestros padres, otros porque, de no hacerlo, se morirían de hambre, otros por ser personas responsables y aptas para laborar en lo que encuentran, en lo que les gusta o en lo que son expertos según la profesión de cada quien. Pero en lo que no logramos madurar los papás en lo que respecta a los hijos es, sin duda, en la sobreprotección que les estamos brindando todavía, aunque tengan 30, 40 ó más años. ¿No es cierto que muchos de nosotros cuando nuestro hijo o hija se casó (por necesidad o por amor) les ofrecimos nuestra casa hasta que ellos pudieran rentar algún lugar donde vivir? ¿No es cierto que ya cuando estaban establecidos seguimos cuidando que no les faltara nada? Y, aún todavía hoy, seguimos sintiéndonos indispensables. Quién sabe si ellos harán lo mismo con sus hijos. ¿Por qué mejor no les enseñamos la necesidad de trabajar? Aunque tengan todo lo necesario, el trabajo siempre será una fuente de vida.

Sabemos todos que el trabajo es indispensable, no solo porque es una manera adecuada para obtener recursos económicos a corto plazo y beneficios también, sino porque de no hacerlo…¿qué haríamos? Si hasta de descansar se cansa uno. Pero en este mundo encontramos todo tipo de gente: gente que para no hacerlo, se apropia de los bienes de otra (ladrones); gente que obtiene el dinero de manera ilícita (defraudador o traficante de algo ilícito) y gente que espera que sus necesidades se vean resueltas de manera milagrosa. Existe también gente que no trabaja porque sus papás le dan todo. Y sabiéndolo, se dejan apapachar. ¿ No se convierten ellos en unos irresponsables, en unos chiflados, en unos dependientes? Y ¿quién tiene la culpa? ¡Los papás, claro! Y algunos (que yo conozco) hasta se dan el lujo de mantener al novio de su hija. ¿Qué pasa en estas familias? Jóvenes que ya no desean casarse ni establecer una familia porque en su casa lo tienen todo y aparte, pueden vivir con la novia sin tener qué casarse…..¿a dónde vamos? ¿Qué clase de sociedad estamos forjando? Padres de familia ¡dejen que sus hijos maduren! ¡Enderecen su camino!