miércoles, 28 de agosto de 2024

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN DIGITALES

 

                                              Son buenos o son malos?

    Cito un texto explícito de una exhortación del Papa Francisco: “Los medios de comunicación digitales pueden exponer al riesgo de dependencia, de aislamiento y de progresiva pérdida de contacto con la realidad concreta, obstaculizando el desarrollo de relaciones interpersonales auténticas”.

    Muy de acuerdo con esta postura. He visto familias completas donde cada miembro de esta familia tiene un celular en su mano y está completamente “metido” en él; no mira hacia ningún lado, solo hacia el aparato; no habla, sólo ríe de vez en cuando; enajenado completamente, como si no existiera el mundo, solo el o ellos con las imágenes en cuestión. Parecen robots manejados de larga distancia. No hay relación social, no hay afecto, no hay contacto. Tienen estos aparatos digitales la “virtud” de aparentar el cultivo de relaciones sociales sanas, pero lo son? No estimula el individualismo? No aísla a las personas dejándolas sin un “nosotros” y convirtiéndolas en un “yo” cada vez más ensimismado?

Y lo que afirmo es porque lo vivo en mi propia familia. Debo pegar de gritos fuertes para hacerme escuchar por mis nietos, porque traen los audífonos en los oídos. Y lo que se creó como una aportación para el avance científico y cultural para el bien de la humanidad, es un arma de dos filos. Es obligación de la sociedad, particularmente de los padres de familia, observar y supervisar qué tipos de programas, aplicaciones, contactos o juegos tienen sus hijos en sus aparatos.

Bien por los que utilizan estas herramientas para superarse, para informarse y para colaborar en ellos mismos o en otras comunidades. Estoy de acuerdo en todo lo que sea beneficio para el bien común.









MAS CERCANOS, PERO MENOS HERMANOS

 

 
          Esta frase tan sabia del Papa Benedicto XVI, nos habla de una sociedad cada vez más globalizada donde la sociedad de ahora nos hace más cercanos, pero no más hermanos. Por qué? Porque los economistas más fuertes manejan a su propio interés los mercados mundiales haciéndonos creer que “están abiertos a la libertad para invertir nuestros dineros en beneficio de un bien común”. Ojalá fuera cierto. Cada vez es mayor el número de los pobres, de los marginados, de los “sin trabajo” y tienen que emigrar a otros lugares, donde nadie los quiere, donde se les puede explotar, humillar, agredir o discriminar.

  Esto es el origen de tanto sufrimiento. No hay conciencia en el mercado mundial. El dinero no tiene amigos. Y en vez de generar alivio, genera cada vez más sufrimiento. Dice el Cardenal Raúl Silva que “los pueblos que enajenan su tradición y, por manía imitativa, violencia impositiva, imperdonable negligencia o apatía, toleran que se les arrebate el ALMA, pierden, junto con su fisonomía espiritual, su consistencia moral y, finalmente, su independencia ideológica, económica y política”. Me recuerda todo esto a nuestra propia ciudad, a nuestro propio país, limitándose a creer que ya no se necesita trabajar cuando los nuevos gobiernos les “ayuda” con dinero de sus bolsillos. Hacia dónde vamos?  Despierta ciudadano!!!!!!   Deja de sentirte cómodo percibiendo dádivas de gente sin escrúpulos que quiere comprar tu conciencia. Sé hombre. Sé humano. No pierdas el sentido de la vida. Vales más que esos miles de pesos que hoy te ayudan y mañana te empobrecerán y te arrancarán el alma. Mira con los ojos del espíritu que Dios ha puesto dentro de ti y actúa en consecuencia. DESPIERTA….