La “A”…….de Amor.
EL AMOR!!!!!!….lo más
indispensable en la vida. Fuimos hechos por amor, para amar. El que no ama,
está seco por dentro, vacío. El amor es generoso y, como dice San Pablo “perdona
todo”. El amor es para servir. Quien no vive para servir, no sirve para vivir.
El amor es como el oxígeno, si no lo tienes, te mueres. El amor revitaliza, complementa
lo que falta en el otro, se solidariza con el que sufre, escucha y dialoga; da
esperanza y aliento a los cansados y desesperados; crea ilusión y alegría en el
espíritu. Finalmente, el amor es libertad. Quien ama es libre: libre para amar,
para ser amado sin condicionamientos. Esta es la primera letra de nuestro ABC.
La “B”….de Bondad.
La bondad, tan escasa en estos
tiempos, es aplicable a quienes practican el bien. Para Sócrates, la bondad es un
estado del alma y la sabiduría en esencia. El antónimo de bondad sería “maldad”.
La bondad o la maldad dependen de la voluntad del hombre. Bien se puede ser
bueno o malo según la voluntad de cada quien. La maldad sería entonces una
ausencia de bondad. Al igual que el odio es una ausencia de amor. Si se practica
la bondad sólo con los que queremos o amamos, no hay tanto mérito como si la
practicásemos en general con todo el mundo. Esta es la segunda letra de nuestro
ABC.
La “C” de Constancia.
La constancia es la voluntad
inquebrantable y continuada en la determinación de hacer una cosa o en el modo
de realizarla. Nos referimos a la constancia en el servir, en el amar y en
todas las virtudes morales que el ser humano debe poseer. Su antónimo sería la
inconstancia. Dejar los deberes por capricho, flojera, desidia o maldad. El que
es constante puede superarse, ser perseverante y determinado para realizar
algún trabajo o tarea que redundará en favor de sí mismo o de su familia. Por
ello, forma la tercera letra de nuestro ABC.
Confío en que todos de alguna manera
practiquemos nuestro ABC para contribuir en la superación de nuestra sociedad.