Hace ya buen tiempo escribí un
texto que se intitulaba “La paja en el ojo ajeno” y ayer me recordaba la
naturaleza de la incongruencia de nuestro ser humano. No nos damos cuenta de
que somos una cadena humana; de que todos los seres creados somos UNO, porque
provenimos de un mismo Dios, perfecto, eterno, infinito y santo. Y todo lo que
Él hizo o creó es perfecto. Nosotros somos perfectos, pero como todo, tenemos
libre albedrío para decidir y decidimos ser imperfectos. Nos gusta lo
prohibido. Si somos blancos queremos ser morenos, si somos de cabello chino u
ondulado lo queremos lacio y, así todo lo demás. Quizá sea por eso que somos “contreras”
Y, quizá también sea por eso, que vemos en los demás, cosas que nos disgustan
tanto: porque nos reflejan algo de lo que somos o de lo que nos falta.
![Image result for congruencia de las personas](https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcSIiQl6DgAdWxfM9UT5v_GEEbXU0k30-GloWVML3Vj_bPuBSJN6-A)
Hace poco, asistí a una reunión
donde la persona encargada de dirigir la reunión, nos convocaba a ser mejores
personas, a dejar los chismes de lado, a ser más congruentes y hacer las cosas
como decimos y creemos y no lo contrario. Y me dio risa ver a unas señoras
volteando hacia atrás sonriendo burlonamente y señalando y diciendo en voz
baja: “ya ven?” “ESO es para ustedes”!!!! Sin embargo, la mayoría de los que
estábamos allí, sabíamos que era una indirecta directa para ella y sus
compañeras. Pero, volviendo a lo mismo…..también me aplicaba a mí pero,
obviamente, no me lo aplicaba porque era demasiado doloroso aceptar ese
reproche.
La congruencia es muy difícil de
practicar. Requiere mucha fuerza de voluntad y mucha práctica de la humildad. El
que no ha sido humillado no sabrá nunca lo que es la verdadera humildad. Cuando
te pegan en tu “yo” reaccionas como una fiera herida. Nadie puede señalarte tus
errores!! Así somos. En fin, ojalá aprendamos la congruencia de ser como
realmente pensamos y sentimos. Tengamos cuidado siempre de no señalar a otros
sus errores cuando es así como realmente somos.