martes, 17 de abril de 2018

¿CÓMO PUEDO COMPRENDERTE?




Resultado de imagen para comprender a un hombre










Ha pasado ya buen rato desde que la inspiración se había alejado y al parecer no había nada nuevo qué contar, pero me equivoqué; ciertamente siempre habrá algo nuevo…cada día es nuevo…es un nuevo día….siempre será así hasta el final de los siglos. Porque el ayer no es el hoy. Así que debemos vivir cada día y saborearlo. Aunque hay veces que uno quisiera detenerse para siempre y no caminar más. Los dolores de perder a algún familiar o perder el amor de nuestra vida son  a veces tan desastrosos, que uno piensa si se puede vivir o sobrevivir así. A veces el dolor es tan real y tan fuerte que nos cuesta levantar un pie para dar un paso y, sin embargo debemos seguir adelante. Caminar con dolor, pero caminar, lo cual significa, avanzar y avanzar por los que quedan, por los que vale la pena seguir viviendo.


Un amigo me decía: tú eres una mujer “de teoría”, porque predicaba con palabras pero me faltaba la congruencia de mis actitudes y, tenía razón. Al parecer él me conocía más de lo que yo misma me conocía. ¿Es bueno que lo conozca a uno la persona con la que convives? Sí, es bueno, si esa persona es leal y confiable. De lo contrario, es muy peligroso que conozca las debilidades de uno, porque entonces se aprovechará y usará sus ideas sagaces y manipulará con bastante astucia a quien él quiera engañar. Y lo comento porque muchas veces en especial las mujeres, somos tan emotivas en lo auditivo que basta una palabrita cariñosa para caer en las delicadas y finas trampas de la telaraña que algún mentiroso nos tienda….¡Cuidado!!!! Es muy difícil conocer bien a bien a un hombre, pero es mucho más difícil conocer a una mujer. Sin embargo las diferencias entre nosotros son más que notorias. Simple y sencillamente porque no se parecen en NADA a nosotras. Siempre busca en un hombre la sinceridad, el respeto, la comprensión y el apoyo. No pidas nada más. Por sus obras lo conocerás. Dale su tiempo y su espacio: no lo atosigues, pero conserva siempre tu dignidad como mujer. No admitas migajas ni humillaciones. Y sé comprensiva, leal y afectuosa. ¡Él te lo agradecerá! No te midas en el amor. Ese nunca sobra.