jueves, 9 de junio de 2016

LAS COSTUMBRES DEL SIGLO PASADO.......


La mayoría de las mujeres que pasamos los 50s fuimos educadas a la antigüita. En casa se hacía lo que el hombre decía. Y así fue en casa de mi mami. Allí se hacía lo que mi papi decidía que se hiciera, aunque algunas veces sí me daba cuenta de los pleitos entre ellos, cuando mi mami no estaba de acuerdo. En esos tiempos de mi niñez y mi juventud……se les enseñaba a las niñas a barrer, limpiar la casa, lavar los platos, la ropa, planchar y tejer. A los niños se les enseñaba a: jugar al trompo, a las canicas, supongo que también se les decía que a la mujer le tocaban todos los quehaceres domésticos. Bueno, en mi caso, éramos 4 mujeres y un hombre. Ya en ese tiempo, me admiraba yo de que hubiera familias donde los hombrecitos ayudaban a su mamá en la cocina. Nos quedamos acostumbradas las mujeres, en ver a la mamá siempre en casa atendiendo al marido, aguantando sus francachelas, sus gritos, sus órdenes. Y bueno, aprendimos lo que vivimos. Mi mami se las arreglaba para completar para los gastos, que en realidad eran muchos. Recuerdo que ella había aprendido a inyectar y de sus aplicaciones de inyecciones nos daba para comprar nuestros útiles escolares. Nos conformábamos con un par de zapatos de a dólar; los lápices los cuidábamos hasta que estaban chiquinininos….¿vestidos? si acaso uno para los domingos. Sí que teníamos pobreza, aunque yo no me consideraba pobre, porque nunca nos faltó comida en casa. Si mi papi llegaba tomado, con manchas de labios en el cuello de su camisa…pues…a perdonar..no había de otra…era “hombre” y a los hombres se les perdonaba todo. A las mujeres NO. Y hasta la fecha, no necesitamos estar en Turquía o en Arabia, igual, no se perdona a las mujeres la infidelidad. La mujer siempre tendrá la culpa de las “caídas o fallas conyugales”.

En fin, cuando crecimos (y yo no mucho), decidimos que nuestra vida marital cambiaría, que no sería igual a la de nuestros padres. Pero ERROR…..casi siempre tendemos a repetir las conductas que vivimos, aunque sea inconscientemente. Ahora, las parejas de nuestros hijos desean mejorar o reparar los errores que vieron en sus padres (nosotros) y ya vemos que parecen ser más justos, más conscientes de que los dos necesitan su tiempo y su espacio y, me agrada verlo. No importa que muchos hayamos que tenido que pagar “el pato”, lo que importa es que ellos encuentren la felicidad….¿no es lo que todos buscamos? Sigamos en nuestro nuevo siglo y dejemos atrás aquel siglo XX que algo de experiencia nos dejó…ya no existe. Vivamos el nuevo momento. Vivamos el HOY.