Como casi siempre pasa, esperamos
que alguien venga a decirnos cómo hacer las cosas, muchas veces porque no
sabemos cómo se hace aquello. Sin embargo, hay personas que no necesitan a
nadie para aprender, simplemente empiezan, se equivocan, vuelven a empezar,
experimentan, practican y ….¡salen adelante! La mayoría de los adultos (no
todos) tienen miedo de manejar esos nuevos aparatitos electrónicos digitales y
prefieren dejarlos de lado. ¿Miedo a qué? Yo creo que a descomponerlos. Cuando
empecé a usar mi Laptop, tenía miedo de todo, de prenderla, de moverle, de
escribir. Tuve que aprender poco a poco y con instructor, cuáles eran sus
partes, sus funciones y cómo trabajaba todo aquello. Alguna vez tuve que
pedirle ayuda a mi nieto porque mi compu se había congelado…él, ni tardo ni
perezoso la destrabó en un dos por tres. ¿Cómo? Todavía no lo sé, pero lo que
sí me fijé, fue que no tuvo miedo y lo hizo por eso, porque no tuvo miedo, no
porque supiera.
Me parece que a muchos de
nosotros nos invade el temor del “qué dirán”, de quedar en ridículo, de ser
rechazados o al menos, así lo sentimos. Admiro a las personas que saben “aventarse”
sin saber, solo porque son valientes y están decididos a hacer aquello que desean.
No podemos pasarnos la vida pensando para tomar decisiones. Hasta cuándo: ¿hasta
los 40, 50, 60, 70 ó más años para decidirnos a hacer lo que realmente queremos
hacer? ¡Por Dios!, si no empezamos, el HOY
siempre será mañana y, el futuro es algo improbable así como el pasado ya no
existe. Existe el HOY y el AHORA, nada más. Inclusive en este momento lo que
ustedes leen será parte del pasado. Ojalá que sea de un buen pasado o de un provechoso
y permanente pasado que dejó recuerdos agradables que nos hicieron felices.
Emprender y aprender hoy que lo
que hagamos en beneficio propio o de los demás, debe ser una tarea de la que
jamás nos debemos arrepentir. Empecemos a aprender, haciendo lo que queremos
hacer. Y…………..¡Buena suerte!